pamplona - Tras doce días de intensa búsqueda de la exmedallista Blanca Fernández Ochoa, ayer se cumplieron los peores presagios. El cadáver se encontró poco después de este mediodía en La Peñota (1.944 metros), un pico de la sierra de Madrid. El cuerpo, que fue hallado por un sargento de la Guardia Civil fuera de servicio guiado por su perro, se encontraba en fase de descomposición. Fuentes de la investigación apuntan a que Blanca murió hace más de una semana, entre 7 y 10 días, y se le pudo identificar gracias a las zapatillas de montaña que vestía en el momento de su desaparición el pasado 24 de agosto.

Según adelantó El Mundo, la Policía Nacional cree que la muerte no fue accidental e indican que el cuerpo no presentaba heridas evidentes ni traumatismos provocados como consecuencia de una caída. Sin embargo, otras fuentes aseguran que el cuerpo presentaba un golpe en la cabeza. El sargento Francisco Borreguero trabajaba como voluntario en la búsqueda junto a su perra Xena, de tres años, ha sido quien ha hallado el cuerpo. Borreguero y Xena forman parte de la Unidad Cinológica Central. La deportista estaba en paradero desconocido desde el 24 de agosto, cuando fue vista entrando y saliendo del Hipercor de Pozuelo de Alarcón, donde compró queso.

Ese mismo día, un vecino de Cercedilla de 40 años vio a Blanca Fernández Ochoa dirigiéndose hacia la zona donde ayer fue encontrada; habló con ella, quien le aseguró que se dirigía a esa montaña, aunque no llevaba mochila. Este mismo vecino, que alertó a la Policía de esta información, vio en ese encuentro cómo la esquiadora le daba un beso a la estatua de su hermano Paco y se santiguaba ante ella, según fuentes de la investigación. Esta escultura, en la que el medallista olímpico aparece con los brazos en alto celebrando un título, se levantó en Cercedilla hace 13 años, poco antes de su muerte.

Otro vecino de Cercedilla fue quien alertó este domingo 1 de septiembre de que el coche de la deportista, un Mercedes clase A de color negro, se encontraba estacionado en el aparcamiento de excursionistas de Las Dehesas, a dos kilómetros del pueblo. Desde ese momento, ese lugar con aspecto de merendero se ha convertido en el puesto de coordinación de la búsqueda. En el coche fue hallado un pequeño bolsito que ella solía usar con su DNI, su carné de conducir y 15 euros, además de unas chanclas en el asiento del copiloto.

Los familiares comenzaron a inquietarse el 24 de agosto por su ausencia, por la falta de noticias y porque no llevaba consigo el teléfono móvil. Fernández Ochoa se había trasladado recientemente a vivir con su hermana Lola y su cuñado, ya que la que hasta entonces había sido su casa familiar, un chalet en la localidad madrileña de Las Rozas, había sido vendido tras el divorcio de su segunda pareja. Sus hijos, Olivia y David, vivían con su padre.

El rastreo ha sido el mayor en medios técnicos y efectivos desplegada en la historia de la Comunidad de Madrid. En él han participado 100 agentes de la Policía Nacional, otro centenar de la Guardia Civil, 25 bomberos, 60 voluntarios de Protección Civil y 11 agentes de la Policía Local. Además, para las batidas del terreno también se han desplegado drones, helicópteros, perros entrenados para la búsqueda de personas y caballería.

hallazgo El hallazgo se produjo once días después de que Fernández Ochoa fuera vista en un supermercado, el sábado 24 de agosto, comprando alimentos, 24 horas después de comunicar a su familia que iba a pasar unas jornadas haciendo senderismo. El cuerpo lo halló sobre las 12.30 horas el sargento Francisco Borreguero, fuera de servicio, gracias a un rastro encontrado por su perra Xena, pastora alemana de 3 años de edad. Ayer, antes de que se realizase la batida por la zona, el guardia civil, miembro del servicio Cinológico del cuerpo y residente en la próxima localidad de Los Molinos, acompañado por un amigo y por su perro, localizaron el cuerpo en el Collado del Rey, a pocas horas andando del aparcamiento en el que apareció el coche.

Otras fuentes del dispositivo añadieron que el cuerpo estaba en una zona de peñas, pero accesible, sin especial dificultad técnica, cerca de un mirador. La cuestión es que el primer día de búsqueda pudo haberse encontrado el cuerpo, porque el dispositivo pasó a unos 200 metros del lugar donde ha aparecido.

El hallazgo puso fin a tres días y medio de trabajo de un dispositivo de búsqueda sin precedentes en la Comunidad de Madrid. Precisamente ayer se había comenzado la búsqueda de la desaparecida en los pantanos de la zona. La autopsia que se realizará en las próximas horas determinará la causa del fallecimiento de Blanca Fernández Ochoa a sus 56 años de edad.

Ha muerto en “la montaña que ella amaba”, en palabras del portavoz de la familia, Adrián Federighi, aún agarrado al pequeño “clavito” de esperanza de la ausencia de identificación oficial por parte de las autoridades, que pidieron responsabilidad y evitar las especulaciones sobre las circunstancias del fallecimiento. - D.N.