Madrid - La gota fría que ha devastado el sureste peninsular remite pese a mantener ayer bajo aviso amarillo a 14 provincias del centro peninsular, mientras sus efectos continúan causando estragos en el área del Mediterráneo, donde afectados y administraciones han comenzado a evaluar los destrozos en la zona.

Aunque las fuerza de las lluvias se ha debilitado, la descarga de agua de la DANA -Depresión Aislada en Niveles Altos- en las últimas jornadas, en las que se han contabilizado seis muertes, ha obligado a realizar nuevas evacuaciones ante las inundaciones y daños, y a mantener cerradas varias vías de comunicación.

En una visita a las zonas afectadas, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, se declaró “absolutamente sobrecogida y afectada” tras comprobar in situ los “dantescos” efectos de la DANA en Alicante y Murcia, donde comprometió la ayuda de las fuerzas armadas “hasta el final”.

Junto a ella, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, advirtió a la población del sur de la región de que siga extremando la prudencia porque, aunque ha dejado de llover, el riesgo se centra en las crecidas del río Segura, que baja “muy alto”.

Durante la madrugada del domingo, unas 1.500 personas tuvieron que ser desalojadas de forma ordenada y sin heridos de un cámping del término municipal de Crevillente (Alicante) a causa de una crecida de aguas; de ellos, 310 fueron realojados provisionalmente en el interior de dos polideportivos de la localidad.

Poco después la Guardia Civil desalojó un camping cercano de la localidad de Guardamar debido al riesgo de una avenida de agua.

A estos incidentes se sumó una nueva rotura en la mota del río Segura, que se añadió a una anterior en el puente que une Algorfa a Almoradí, también en Alicante.

Hasta allí se desplazaron dos equipos del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército, que reforzó la presencia de efectivos en las zonas afectadas con 200 soldados más -hasta los 1.400- para avisar a la población de que evacuen y localizar a los ciudadanos con movilidad reducida para subirlos a pisos altos.

En la Comunidad Valenciana permanecían cerradas una veintena de carreteras, aunque el suministro de luz se restableció en el municipio de Almoradí y la localidad de Dolores recuperó el servicio de telefonía fija y móvil.

Los vecinos de la Vega Baja del Segura, la comarca alicantina que quedó inundada tras el paso de la gota fría y el desbordamiento del río Segura, empiezan a tomar conciencia de cómo han quedado dañadas sus viviendas y pertenencias tras la marcha del agua y la limpieza del barro. “Estamos comprobando cuál ha sido realmente el desastre”, comentó Javier Moya, vecino de Orihuela: “Ahora es cuando vienen los días de los sustos”.

Un despliegue inédito militar de profesionales y vehículos, camiones, embarcaciones y helicópteros tratan de auxiliar en todas estas zonas a las personas afectadas y de paliar las consecuencias del temporal.

autoridades El rey Felipe VI departió ayer con los presidentes autonómicos de Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia para interesarse por la situación que viven sus respectivos territorios tras las inundaciones causadas por la gota fría.

Fuentes de la administraciones regionales confirmaron las llamadas telefónicas del jefe del Estado a Juan Manuel Moreno, Emiliano García-Page, Ximo Puig y Fernando López Miras.

Según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el desplazamiento el sábado de la DANA hacia el oeste dio un respiro al área mediterránea, aunque todavía con chubascos de cierta intensidad que no activaron los avisos.

La Aemet prevé que en los próximos días persista la inestabilidad, que dará lugar a chubascos y tormentas en áreas del interior peninsular, sobre todo en la mitad norte y zona centro, asociadas al calentamiento diurno, pero en principio no alcanzarán la intensidad del fin de semana.

Desaparecido. Submarinistas de la Guardia Civil buscaban ayer a un holandés que, según un testigo, fue arrastrado por la corriente en una acequia de Dolores (Alicante).

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Piscinas olímpicas es el equivalente a la cantidad de agua que el río Segura ha vertido al mar en cuatro días, unos 51 hectómetros cúbicos..