- Los 22 alumnos del Máster en Comunicación Política y Corporativa de la Universidad de Navarra se encontraban haciendo una estancia de un mes en Washington cuando el coronavirus hizo que tuvieran que terminarla una semana antes de lo previsto. Para Alejandra Cooper Bravo, de 33 años, fue "fuerte a nivel emocional" porque de un momento a otro estaban haciendo las maletas y despidiéndose.

La mayoría de alumnos y alumnas del Máster son internacionales, y muchos de ellos regresaron a sus países. "La Universidad nos dio facilidades para que, quien quisiera, pudiera coger un vuelo directo de Estados Unidos", explica la chilena, que decidió volver a Pamplona para no poner en riesgo la salud de su familia.

La primera entrega del TFM, que lo está desarrollando junto a otras cinco personas, la realizaron en febrero, sin embargo, tendrán que presentar la estrategia de comunicación final -en la que están valorando incorporar algo relacionado con la pandemia- en mayo, lo que les obliga a reunirse. "Hablamos por videollamada, aunque íbamos a tener que trabajar a distancia igualmente porque en abril empezábamos las prácticas y unos las teníamos en Madrid, otros en Barcelona€", explica.

A diferencia de algunos compañeros y compañeras, Cooper podrá teletrabajar en la empresa de Madrid a la que iba a acudir, la cual se dedica a generar conocimiento en temas de reputación corporativa. "Si bien no será lo mismo, al poder hacerlas aunque sea de forma telemática, tendré la experiencia de vivir de cerca cómo se adaptan las empresas en esta crisis, y ese también será un gran aprendizaje", reconoce.

Esta alumna internacional dejó un trabajo en la Bolsa de Santiago (Chile), donde estuvo seis años, así como a su familia y amigos, "para cumplir el sueño de tener una experiencia académica en el extranjero", por lo que asegura que "ha sido fuerte que los planes hayan cambiado tan bruscamente dado el contexto".