- La tranquilidad y el buen ambiente fueron la tónica general del Nafarroa Oinez que se celebró este fin de semana en Estella-Lizarra en apoyo al centro Lizarra Ikastola. Un evento que pudo ser posible tras el levantamiento de las restricciones por parte del Gobierno de Navarra. Una primera fiesta sin restricciones al aire libre que mantuvo la incógnita sobre la cantidad de visitantes que podrían llegar a la ciudad del Ega. "Estamos muy contentos por haber podido organizar un acto en pequeño formato en solo 15 días donde ha calado el mensaje de la cautela", aseguraba ayer a última hora de la noche el director de Lizarra Ikastola, Joseba Tristán, que añadía que se ha sido "valiente" y "todo ha salido muy bien". Con todo, desde la organización comentaron que este formato tan limitado no alcanzará para financiar las obras de reforma que se habían proyectado. "A pesar de que estamos contentos de cómo ha salido todo, tenemos que ser honestos y reconocer que lo recaudado no alcanzará para la renovación del edificio de educación infantil que teníamos previsto y a estas alturas ya sabemos que todavía necesitaríamos más", comentó Tristán.

Desde Policía Municipal también existía ayer la tranquilidad de haber superado un día de muchas incertidumbres. "Lo cierto es que teníamos un plan B por si llegaba más gente de la prevista a la ciudad, en el que había varios aparcamientos habilitados en las campas de La Merced y Agni, la Alcoholera, Merkatondoa y la Tejería, en la carretera de San Sebastián, "ante la duda de la cantidad de gente que pudiera llegar tomamos medidas preventivas", comentó Patxi Martínez de Goñi.

Finalmente la lluvia que cayó durante las primeras horas de ayer domingo en Estella hizo cambiar los planes establecidos y los aparcamientos que inicialmente se ocuparon fueron los urbanizados, junto con los de los centros comerciales. Martínez de Goñi aseguró que para el control exterior de la ciudad se contó con la colaboración de Guardia Civil y Policía Foral, ante el temor de que un colapso del centro de la ciudad pudiera repercutir también en la A-12 o en otras carreteras, además de taponar los accesos de urgencias al Hospital García Orcoyen, algo que no sucedió porque la lluvia apareció y el mensaje de vivir un Oinez de formato pequeño también había calado.