Por voluntad propia u obligados por el elevado precio de la vivienda, los jóvenes navarros eligen el alquiler como principal forma para emanciparse. En concreto, esta opción, que se ha intensificado en los últimos años, es la escogida por el 58% de las personas que quiere vivir de forma independiente.

Este aumento contrasta con el porcentaje de jóvenes que adquieren una vivienda en propiedad, una opción que en los últimos dos años ha caído hasta el 29%, dos puntos menos que en la época prepandémica. Asimismo, el 12% restante reside en una vivienda cedida, generalmente propiedad de sus familiares.

Estos datos son los más destacables de los que se desprenden de la tercera edición de la Encuesta de emancipación de la población joven en la Comunidad Foral de Navarra, realizada por el Instituto Navarro de la Juventud, y que trata algunos aspectos como la emancipación residencial y las características de su vivienda, la inserción al mercado laboral, el nivel de estudios y situación socioeconómica de las personas jóvenes o el grado de conocimiento e impacto de las ayudas públicas dirigidas a facilitar su emancipación.

Las cifras, anunciadas por el Gobierno en una nota de prensa, han sido compartidas por el director gerente del Instituto Navarro de la Juventud y el recientemente elegido presidente del Consejo Navarro de la Juventud, Guillermo Bergantinos, con el director general de Vivienda del Gobierno foral, Carlos Amatriain y Eneko Larrarte, en una reunión mantenida este jueves para contrastar los datos de esta encuesta y las medidas de apoyo a la vivienda de alquiler destinada a personas jóvenes que ha activado el Ejecutivo, así como para recibir aportaciones y propuestas del órgano de representación juvenil en esta materia.

En este sentido, Eneko Larrarte ha trasladado al Consejo de la Juventud el compromiso del Gobierno de reservar para las personas jóvenes al menos el 50% de las viviendas de las nuevas promociones públicas del plan de alquiler Navarra Social Housing, que incluye más de 500 VPO terminadas o en construcción y otras tantas proyectadas para una segunda fase, y de activar ayudas a gente joven con determinados niveles de renta para la adquisición de vivienda en el medio rural.

2.546 beneficiados de Emanzipa, un 33% más

El director general de Vivienda también ha desvelado que el programa EmanZipa de ayudas al alquiler a personas jóvenes alcanza ya a 2.546 personas, lo que supone un incremento del 33% respecto al año anterior y un importe total de casi 5 millones de euros anuales. Asimismo, Larrarte se ha comprometido a impulsar en los próximos ejercicios un aumento progresivo de la edad límite para acceder a este programa, que actualmente es de 31 años, hasta los 35, tal y como se recoge en el acuerdo programático de gobierno para esta legislatura.

Larrarte también ha explicado al presidente del Consejo de la Juventud que el bono joven de ayudas al alquiler planteado recientemente por el Gobierno central no será de aplicación en la Comunidad Foral -ya que Navarra, en virtud de su régimen foral, está fuera del Plan Estatal de Vivienda-, pero que el programa equivalente EmanZipa, que lleva ya más de tres años en vigor desde su aprobación en 2018, lo mejora sustancialmente al conceder ayudas de 250 euros mensuales sin límite de duración hasta cumplir la edad -frente los dos años máximo del bono estatal- y sin límite a la disponibilidad de una partida presupuestaria determinada.

Por su parte, el Carlos Amatriain ha detallado durante el encuentro el contenido de la encuesta realizada por el Instituto Navarro de la Juventud, en el que destaca el incremento de la demanda de vivienda de alquiler que se viene registrando entre la gente joven durante los últimos años. Este estudio ofrece datos como que el importe mensual de la renta del alquiler que pagan las personas jóvenes se establece en 503 euros de promedio y que la solicitud de ayudas o subvenciones en materia de vivienda se mantiene como la principal demanda de este colectivo, pues casi la mitad de las respuestas recogidas (un 46%) hacen referencia a ello.

Solo el 30% de las personas entre 16 y 29 años viven emancipadas

La encuesta, que se realiza con carácter bienal y se ha basado en entrevistas a 1.404 personas, revela que sólo el 29,8% de las personas jóvenes entre 16 y 29 años viven emancipadas de sus familias. El mismo estudio muestra que ese dato se incrementa en la franja entre 30 y 34 años, ya que se eleva a un 84,7% el porcentaje de personas jóvenes emancipadas. En el conjunto de ambas franjas, de las 132.532 personas entre 16 y 34 años que registraba la Comunicad Foral a 1 de enero de 2020 (INE), la proporción de personas que vive de forma independiente a sus familias se sitúa en el 44,9% en 2021, la misma proporción que hace dos años.

Según sexo, las mujeres jóvenes han intensificado la salida del hogar familiar, pasando del 47,9% en 2019 hasta alcanzar el 51,5% en 2021. Igualmente, las personas jóvenes nacidas en el extranjero muestran una mayor intensidad en la emancipación residencial que las nacidas en Navarra. El 66,1% de quienes se han emancipado trabaja y el 87,1% de quienes permanecen en el hogar familiar se encuentra estudiando.

La edad es la variable que más incide en las posibilidades de una persona de abandonar el hogar familiar. Detrás de ella vendrían el sexo, la situación laboral, el lugar de nacimiento y, en menor medida, la profesión de los padres y madres.

Gran parte de las personas encuestadas considera adecuadas las medidas vigentes relativas a favorecer la emancipación juvenil, según el 37,9% de las respuestas recogidas. Con todo, un 21,9% de las respuestas revela la necesidad de desarrollar ayudas o subvenciones que faciliten la financiación de los hogares jóvenes. La población joven navarra conoce en mayor medida las ayudas públicas a la emancipación del Gobierno de Navarra, aunque un tercio todavía las ignora (34,6%).

El empleo es un aspecto muy determinante en los procesos de emancipación de las personas jóvenes. La población joven entrevistada reclama la necesidad de crear de puestos de trabajo y una mejora de sus condiciones laborales para así poder abandonar el hogar familiar.

Un 27,4% depende exclusivamente del respaldo económico de otras personas

El número de personas jóvenes económicamente independientes ha decrecido desde 2019, pasando del 39,2% al 35,5% en la actualidad. Gran parte de la población joven navarra depende del respaldo económico de otras personas, bien de manera exclusiva (27,4%) o contando con algún ingreso propio de carácter más residual (12,3%).

El lugar de nacimiento muestra diferencias con respecto a las partidas disponibles para gastos propios, las personas jóvenes nacidas en Navarra u otras comunidades autónomas disponen de una mayor cantidad monetaria que las personas de origen extranjero de su edad, registrando una media de 330,45 y 185,76 euros respectivamente.

Se mantiene la segregación ocupacional por sexo entre la población joven, encontrándose ellos ocupando profesiones tradicionalmente masculinizadas ligadas a la industria y ellas en el sector servicios. Las mujeres están más presentes en la categoría "puestos técnicos o mandos intermedios".

El 44,8% de las personas jóvenes con un empleo en Navarra tiene un contrato temporal, siendo aún más probable entre las personas menores de 30 años (55,6%) y las no emancipadas residencialmente (58,5%). La proporción de personas de 16 a 34 años ocupadas a tiempo parcial se sitúa en 2021 en el 17,5%. Las mujeres jóvenes trabajan más frecuentemente en empleos a tiempo parcial (el 21,7%) que los hombres (13,9%).

La cuantía que percibe por su salario la población joven en Navarra se establece en 18.820,88 euros netos anuales de media, incrementándose en 1.936,26 euros desde 2019. La brecha entre la población joven nacida en la Comunidad Foral y la nacida en el extranjero aumenta (con una diferencia de más de 5.000 € anuales).

8 de cada 10 estudiantes reside en la vivienda familiar

La mayor parte de la juventud navarra se encuentra estudiando en la actualidad, un 40,2%, manteniéndose en valores similares a 2019. La mayor parte de quienes están cursando estudios permanecen en la vivienda familiar (80,7%).

Las personas jóvenes de origen extranjero finalizan su etapa educativa antes que las personas nacidas en Navarra u otras comunidades autónomas. La edad de finalización de estudios influye en la edad de emancipación. Más de la mitad de las personas jóvenes abandonó el hogar familiar tras finalizar sus estudios, el 51,5%. Solo el 17,3% de quienes en la actualidad sigue formándose vive de forma independiente.

Como respuesta a las pocas perspectivas laborales una vez finalizado el periodo de estudios, las personas jóvenes optan por seguir formándose para poder competir y hacerse un hueco en el mercado laboral. Más de la mitad, el 53,1%, de la población de entre 16 y 34 años en la Comunidad Foral prevé ampliar sus estudios. Las mujeres (60%) destacan por encima de los chicos (46,4%).

Las tres principales razones por las que la población joven navarra considera que debería seguir formándose son "porque lo exige el mercado laboral o para acceder a él" (50,0%), "porque lo veo necesario" (43,6%) y "porque es necesario estar formándose continuamente" (36,4%).