Tras dos años sin las fiestas patronales de Orihuela a causa de la pandemia, la Entrada Mora quedó eclipsada por la polémica que se desató en plena calle y en redes sociales. La exhibición de caballos, actuaciones de bailarines y carrozas pasaron desapercibidos en comparación con el espectáculo protagonizado por Francisco Marcos, conocido empresario del sector de la automoción. El Embajador Moro, por la comparsa Moros Musulmanes Escorpiones, ya había anunciado que el 'boato' iba a ser "especial" este año, pero lo que nadie se imaginaba es que el empresario local sería porteado por 48 personas de origen subsahariano.

Ante la oleada de comentarios y la cobertura de la noticia en prensa, radio y televisión, son unos pocos los que defienden este episodio alegando que se trata de una recreación histórica. No obstante, la mayoría ha denunciado el racismo que denota esta imagen y ha calificado el hecho de intolerable. Algunos asistentes comentaban la situación en Twitter con indignación.

Por su parte, el concejal de Cambiemos Orihuela, Karlos Bernabé, ha afirmado en sus redes sociales que "la presidencia de la Asociación de Fiestas decide apoyar la barbaridad de Marcos y comprar sus absurdas excusas. Menos dudas, si cabe, sobre complicidades y agendas compartidas que no sólo quieren apropiarse de la fiesta, sino de buena parte de Orihuela".