pamplona - Bajo el título de Todo el arte es contemporáneo, el Museo de Navarra presentó ayer el proyecto que recoge su renovado planteamiento metodológico y museológico, como una visión de conjunto y conceptual en el que las obras establecen su propio diálogo. Distintos lenguajes, códigos y soportes de diferentes épocas y autores se dan ahora cita en las salas del museo, con una reforma total de las mismas en las plantas tercera y cuarta. La accesibilidad, tanto física como cognitiva, ha sido otro de los objetivos del proyecto, que puede visitarse a partir de hoy.

Éste es el resultado de tres años de reflexión, diseño y ejecución, en una iniciativa cuyas líneas y puntos clave detallaron ayer en rueda de prensa la Directora General de Cultura-Institución Príncipe de Viana, Dori López Jurio; la Directora del Servicio de Museos, Susana Irigaray; y la Jefa de la Sección del Museo de Navarra, Mercedes Jover. Asistieron asimismo diferentes profesionales ajenos al museo pero que han participado en un proyecto que, recalcaron ayer, ha sido un trabajo interdisciplinar y en equipo.

¿Cómo tiene que ser el Museo de Navarra del siglo XXI? Esa es la pregunta que ha perseguido Todo el arte contemporáneo para presentar un “cambio radical” en el discurso del museo, que entiende el arte como “un sistema de comunicación”, apuntó Mercedes Jover. Desde la planta cero hasta la cuarta, se rompe el orden cronológico y se mira al sentido conceptual, desde la convivencia de obras contemporáneas -“una demanda social desde hacía tiempo”-, con otras románicas, góticas, renacentistas o barrocas. En total, se han instalado 71 nuevas obras de artistas como Lydia Anoz, Nicolás Ardanaz, Elena Asins, Isabel Baquedano, Equipo Crónica, Pedro María Irurzun, Koldo Chamorro o Gerardo Zaragüeta. Una renovación que ha dotado un protagonismo importante a las mujeres, ya que anteriormente “no había ninguna”, mientras que ahora se ha podido acercar, por ejemplo, a la primera artista documentada en Navarra, como es Catalina de Oscáriz.

Además, se ha sumado otros medios como la fotografía, el grabado, el cartel, la música, el cine documental, o la escultura. “Sumamos nuevas manifestaciones artísticas y culturales, no hay barreras entre las artes, sino que el arte es un sistema de comunicación”, sostuvo Jover.

La nueva exposición permanente se divide en salas cuyas temáticas son Imágenes para ser, Maneras de vivir, Había naturaleza y el arte creó paisaje, una monográfica a Javier Ciga -como excepción-, ¿Habitar o transitar?, Sentido y Sensibilidad e incluso el Arte de laboratorio, que reúne la evolución de la obra de Elena Asins y Jorge Oteiza. Un confrontamiento de obras, unidas por un mismo concepto temático, cuyas claves están recogidas en un breve texto en cada sala.

Y aunque la mayoría de piezas pertenecen a la colección del museo -muchas no habían sido expuestas antes-, al construir el discurso museológico “había ciertas lagunas y obras que no estaban en nuestros fondos, pero que tenían que estar para poder dar sentido total al discurso”, expuso Susana Irigaray. Por ello, el equipo del proyecto agradece la colaboración de diferentes instituciones, tanto navarras como ajenas a la Comunidad Foral, como con particulares.

renovación museográfica Se ha realizado una importante renovación museográfica -total en las plantas tercera y cuarta- con cambios de ritmo en la presentación de las salas, rediseño de espacio en un trabajo realizado por Estudio KEN, que también ha mirado hacia la accesibilidad: nuevos diseños de tipografía y tamaño de textos, bajar ciertas obras para facilitar el acercamiento, e incluso dejar a la vista algunas de sus traseras, “que revelan información interesante”, apuntilló Jover. La renovación se ha extendido al vestíbulo como lugar de acogida y a la fachada del museo.

Según expuso Susana Irigaray, la sostenibilidad ha sido otro de los pilares: “El Museo es un edificio inaugurado en los años 90 que arrastra problemas ambientales y hemos querido integrar un cambio en los sistemas de iluminación, introduciendo la última tecnología en focos de bajo consumo”. Además, continuó, está previsto que renovar el año que viene, con las salas de romanización como punto de trabajo y este año está prevista la inauguración de una sala dedicada íntegramente a la moneda en Navarra.

Otra de las novedades ha sido la introducción del patrimonio inmaterial gracias a una selección de piezas realizada por Susana Irigaray a a partir del fondo del Museo Etnológico de Navarra Julio Caro Baroja. Ubicadas en una vitrina en la planta cuarta -que anteriormente acogía orfebrería de Edad Moderna-, ofrecen una relación “acerca de preocupaciones en torno al cuerpo, a la salud y a la muerte”, expuso Jover.

Y como una invitación a descubrir Todo el arte es contemporáneo, la entrada será gratuita durante los meses de febrero y marzo. “Queremos que sea un lugar de encuentro, un espacio donde estar con otras personas de inquietudes semejantes”, concluyó Jover.

Entrada gratuita durante dos meses. La visita al museo será gratuita durante los meses de febrero y marzo de 2018.

Evaluación y valoración del proyecto de cara a cinco años. En cinco años, el Museo de Navarra evaluará la repercusión y la recepción de los cambios realizados para responder a las necesidades y demandas que se planteen.

Colaboradores. Se ha obtenido la colaboración del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la Fundación Museo Jorge Oteiza, el Museo Etnológico de Navarra Julio Caro Baroja, el Parlamento de Navarra, la Fundación Caja Navarra, los Franciscanos de Arantzazu, Radio Televisión Española, la Filmoteca de Navarra y algunos particulares.

Objetivo de reabrir tienda y habilitar una cafetería. Una de las “ilusiones” del Museo, según expusieron ayer, sería abrir una tienda y una cafetería. Son dos proyectos que forman parte de un plan de actuación “a implementar”.