madrid - Johann Sebastian Bach producido por el mismísimo Quincy Jones, el responsable de Thriller, entre otros álbumes maestros. Esa es la extraña combinación que Noa ha fraguado para un disco en el que habla de grandes cuestiones de la humanidad “en 2019” sobre once piezas del afamado compositor alemán.

“No es la montaña lo que coronamos, es a nosotros mismos”, dijo Hillary cuando encumbró el monte Everest, una cita que, según la artista israelí, sirve para explicar su elección. “Bach es el Everest de los músicos. Es un fenómeno y lidiar con su música representa una conquista personal sobre tus limitaciones, porque no hay nadie de mayor altura”. En Letters to Bach, la compositora, músico y vocalista puso letra a piezas del alemán como Largo from Concert #5 o The Badinerie y las retituló bajo la premisa de hacer “música que marcara un antes y un después”. “Bach no nos necesita, él ya es extraordinario. Si lo utilizamos, tenemos que justificar por qué”, cuenta. El calentamiento global, la eutanasia o la tecnología y la religión son cuestiones que están presentes en este álbum. - Efe