El Museo Reina Sofía, en su afán de “recuperar y crear patrimonio” y para “saldar una deuda histórica”, propone, en una muestra que ya puede verse hasta mediados de septiembre, un recorrido por la mirada de Dalí, Gutiérrez Solana o Miró, artistas “excepcionales” que vivieron la Guerra Civil española y el exilio. El Reina Sofía abrió ayer sus puertas a este nuevo “episodio” de la historia de España con esta exposición compuesta por más de 300 obras realizadas en distintos formatos por alrededor de un centenar de artistas que trabajaron en el terreno cultural y artístico entre 1939 y los años 50, dentro y fuera del país.

Una muestra ambiciosa, con la que, según dijo el director del museo, Manuel Borja-Villel, esta institución vuelve a poner de manifiesto que es “un servicio público” que tiene como objetivo “recuperar y crear un acerbo y un patrimonio”. “Ese patrimonio que no es solo lo que se vive en un territorio geográfico. Queremos darlo a conocer y hacer entender de dónde venimos y qué somos, que seamos instrumentos para entender este presente que, como mínimo, es bastante distópico”, añadió.

Por eso, desde el Reina Sofía, a través de sus fondos, ahora proponen conocer este periodo de la historia de nuestro país en el que creadores nacionales o internacionales como Dalí, Miró, Tápies, Santos Yubero, Modest Cuixart, Nanda Papiri, Delhy Tejero o Helen Lewitt reflejaron su manera de entender su tiempo. “El periodo del exilio cubre una deuda histórica, que es recoger lo que estaban haciendo estos artistas excepcionales”, afirmó Borja-Villel sobre el trabajo que realizaron “a pesar de la brutalidad y la cerrazón del régimen”. “Esta exposición nos demuestra que a pesar de todo había grupúsculos y elementos que permitían ciertos espacios de creación, incluso de humanidad, como el que había alrededor de la revisa Codorniz o la escuela de Altamira”, matizó.

Así, y a lo largo de 16 salas de la cuarta planta del edificio Sabatini, el recorrido comienza en la sala titulada La Victoria, donde puede verse la entrada del ejército franquista en Madrid en la película Ya viene el cortejo (1939), de Carlos Arévalo, así como el retrato de Ramiro de Ledesma (1945) de Pancho Cossío o la serie fotográfica Los artífices de la victoria en cielo mar y tierra (1939) de Ángel Jalón, que tratan de reflejar la imagen de una España “triunfal”. La siguiente sala, El Pan y la Cruz es, sin embargo, el contraste y en ella queda patente, por un lado, la España del silencio y las prisiones, del hambre, de las cartillas de racionamiento. Aspectos que se ven reflejados en pinturas que destaca Borja-Villel como La costurera (1943), de José Gutiérrez Solana.

Y así el visitante seguirá el recorrido por otras salas como la llamada Apuesta moderna para la nueva Vivienda Social donde se podrá ver un vídeo de un NODO sobre el Congreso Eucarístico de 1952 en Barcelona. O la llamada La vanguardia frívola en la postguerra, donde se exhiben algunas expresiones artísticas de la primera modernidad surgidas durante el franquismo, con figuras como Salvador Dalí, Luis Castellanos o Ángel Ferrant. El recorrido finaliza con algunas instantáneas de Nueva York de la fotógrafa estadounidense Helen Lewitt, colaboradora de Luis Buñuel en varios de los documentales que el director realizó en la ciudad norteamericana para ayudar a la causa republicana.