El arquitecto navarro Patxi Mangado (Estella, 1957), ha denunciado las trabas a las que se enfrenta la arquitectura, que la ponen en crisis, y ha sostenido que trabajar en España hoy "no es una empresa fácil", de ahí que sus principales proyectos se encuentren en el exterior.

Mangado ha realizado estas declaraciones a los periodistas durante la segunda jornada de la tercera edición del congreso "ITE+3R, Oportunidades para la Recuperación, Transformación y Resiliencia de las Ciudades y Territorios", que desde el lunes se desarrolla en Ávila, con la asistencia de 400 participantes.

Este foro se desarrolla en el Centro de Congresos y Exposiciones Lienzo Norte, que fue diseñado por Mangado, quien ha señalado que años después de su inauguración no cambiaría "nada" porque está "muy bien cuidado", aunque ha pedido a los responsables de la cafetería "más cuidado pasando cables y modificando cosas".

En este contexto, Patxi Mangado, que también es director de la Fundación Arquitectura y Sociedad, ha reconocido que la situación de la arquitectura actual "no es buena", si bien ha tratado de transmitir un mensaje de "optimismo", ya que existen "instrumentos para mejorarla".

Sin embargo, ha reconocido que en la actualidad la arquitectura padece trabas por motivos como los legales, por "una organización de los aspectos normativos legislativos".

Asimismo, se ha referido a "una organización de los sistemas productivos de la arquitectura que se está fundamentalmente dirigiendo a grandes poblaciones donde una falsa eficacia está ocultando muchos de los valores de la arquitectura".

Y ello, porque en su opinión la arquitectura "se contempla más como un objeto que como una idea de servicio en la ciudad".

Esta "crisis" también responde a "un problema económico muy evidente que se está produciendo", a partir de "modificaciones económicas estructurales y sustanciales en el mundo, que van a hacer que construir bien y con calidad sea cada vez más difícil y, sobre todo, más costoso".

Igualmente, Mangado ha admitido que esta situación también tiene que ver con "una crisis de la enseñanza de las escuelas de arquitectura, que no son conscientes muchas veces de la realidad que se está viviendo".

Por otra parte, y tras señalar que Ávila es una ciudad "bastante sostenible" y con un crecimiento urbanístico "relativamente equilibrado", el arquitecto navarro ha reconocido que trabaja "más fuera que dentro de España", ya que trabajar en su país se ha convertido "en una empresa no fácil".

En este sentido, ha indicado que esta circunstancia se produce, sobre todo, cuando "incluso las propiedades privadas o los promotores privados en general, manifiestan una importante ausencia de interés cultural y solo se fijan en las tablas de Excel".

En este contexto, ha señalado que, además de en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Navarra, está trabajando en el centro de la ciudad italiana de Bérgamo, tras ganar un concurso hace dos años para "transformar" esa zona actuando sobre 600.000 metros cuadrados de la ciudad "con unos grandes parques" y en 300.000 metros cuadrados de edificación que "hay que ordenar".

A estos proyectos se suma el recinto ferial de Lieja, una ciudad belga que ha sufrido inundaciones "muy importantes" este verano y "necesita realmente infraestructuras de esta naturaleza".