Mezclar la sencillez y el minimalismo del haiku con la poesía occidental ha sido la apuesta de Inma Biurrun, poeta pamplonesa que presentó ayer ante la prensa Fusión, un poemario, editado por Pamiela, en el que ahonda entre estos dos géneros, cogiendo lo mejor de ambos para introducirse en una instantánea, un momento o escenario.

El haiku, explica Inma, consiste en expresar una sensación que te ha impactado o emocionado, una fotografía con palabras. Pero... ¿Qué tiene que tener un haiku para ser un haiku? La fórmula original sigue la forma 5-7-5, en cuanto a sílabas, con un total de 17 repartidas en tres versos sin rima. Además, tiene elementos como el kigo o referencia estacional, que indica, en el espacio o tiempo, la época del año en la que se está.

Un haiku puede llegar en cualquier momento, a veces en el menos oportuno. Por ejemplo, relataba la autora un instante en el que 'se encontró' uno, cuando se acercaba al centro de Pamplona y comenzaron a tronar las campanas de San Cernin. Mientras, unas hojas caían al suelo como sinónimo del otoño.

Esa es otra de las 'reglas' del haiku, que consiste en transmitir, contar algo que nos haya emocionado, la impresión que haya causado la contemplación de un momento o acontecimiento. La asociación y la ruptura también son otros de los rasgos que se pueden encontrar en este tipo de poemas, por ejemplo: "Lenta la nieve/ sobre la negra fosa. / Copos y lágrimas".

En Fusión, Inma presenta un haiku y, a continuación, su propuesta de unión entre ambos géneros: lo japonés y lo occidental, aunque no siempre ha sido fácil: "Soy bastante ortodoxa en el haiku, pero hay que tener cierta flexibilidad. Por estar escribiendo un poema en 5-7-5 no tienes por qué estar haciendo uno", aseguraba. "Yo le pido a un poema que emocione, que sea auténtico, que sea sencillo pero no simple. Lírico y sugerente", asegura. "Yo no escribo para poetas, escribo para la gente".

LA NATURALEZA

Otra de las características del haiku, y que Inma cumple con creces, es que hable de escenas de la naturaleza. El aware es el sentimiento más intenso que se experimenta ante algún suceso de su contemplación. Biurrun es una apasionada de la alta montaña y el medio natural. Inspirada, por ejemplo, por el paseo del Arga, el bosque encantado de Urbasa o la Peña Unzué. En 'Habla la encina', uno de los poemas que se puede encontrar en el libro, hace referencia a éste árbol: "Y al viento le has hablado, sobre mi porte y edad centenaria...".

Inma Biurrun no es una novata en esto del haiku, pues ya ha publicado numerosos títulos de este género japonés. lo ha hecho con Bambú cien haikus (2015), El jardín que sembraste (2016), Trébol Fotohaikus (2019) y Naturaleza versal (2020). Dice que el grupo Haikunversaciones, que se reúnen periódicamnete en la biblioteca de Yamaguchi, le ayudó a desarrollarse en este género, mientras lo compaginaba también con la escritura de poesía occidental.

Hoy martes, la autora presentará el libro al público a las 19.00 horas en el Nuevo Casino Principal de Pamplona. El acto estará presentada por la escritora Ana Martínez Mongay. Participarán también los integrantes del taller de poesía de ANFAS, de los que Inma ha sido profesora, y la chelista Lara Vidal.