El pasado mes de julio, la Comunidad foral vio cómo se instauraba en el catálogo de pruebas deportivas de la Federación Navarra de Caza (FNC) la I Copa Navarra de Trabajo en Caza Menor para Podenco Andaluz, una competición en la que el perro fue el protagonista estrella. Ahora, el perro va a poder volver a sumar una nueva prueba en Navarra en la que demostrar todas sus habilidades, puesto que Lodosa acogerá el próximo 1 de octubre el primer Campeonato de Agility de Navarra.

El agility busca también la máxima conexión entre el animal y su dueño, ya que el equipo que se forma entre perro y guía es fundamental para un resultado óptimo. En esta modalidad, el guía dirige a su perro a través de un recorrido repleto de obstáculos, y el animal ha de recorrerlo de manera limpia, sin incurrir en penalizaciones y compitiendo contra reloj. Los canes participan sin correa y sin contacto alguno con sus propietarios. Únicamente, pueden recibir comandos de voz y gestos corporales para recibir las órdenes y ejecutar con corrección los obstáculos. Al no haber contacto directo entre la persona y su perro, la compenetración entre ambos es primordial.

De eso sabe mucho Nuria Ramírez Sáenz, directora gerente del Centro Canino Nudacan y responsable de su equipo de agility. Las instalaciones de este complejo en Lodosa acogerán el primer Campeonato de Agility de Navarra, la primera prueba de esta tipología que se celebra en la Comunidad foral, aunque nace con el propósito de que se sucedan muchas más después y con la meta también de consolidarse dentro del calendario deportivo de la FNC.

Hace un año, Ramírez empezó a competir en esta disciplina con algunos de sus perros, después de adentrarse en este mundo de la mano de su marido, adiestrador de perros. Relata que comenzó a formarse en este ámbito al darse cuenta de la pasión que sentía por estos animales y cómo se fortalecía su vínculo con ellos por medio de los entrenamientos. “Aquí en Navarra, este deporte no estaba muy visto, pero nos hemos ido sumando personas paulatinamente y, una vez que te montas un equipo y tienes perros en condiciones, lo que deseas es competir. Por eso, nos pusimos en contacto con la FNC y hemos sacado adelante este torneo”, explica.

En esta modalidad deportiva, hay dos pruebas principales. La propia de la competición, en la que participan perros que ya conocen los movimientos específicos y los saltos propios de esta disciplina; y la de promoción, a la que acuden perros que solo dominan las órdenes básicas. Estos últimos perros han de conseguir 30 puntos en distintas pruebas para poder dar el salto a la competición. Y una vez en liza, si suman 80 puntos durante una temporada, tienen abiertas las puertas del Campeonato de España.

A la competición nacional irá también, obviamente, el ganador del certamen de Lodosa, donde habrá de demostrar su precisión y rapidez en los obstáculos de salto, de eslalon, de túneles… “Lo que más se valora en estas pruebas -aclara Ramírez- es la velocidad y la compenetración entre el guía y su perro. En el momento en el que el animal supera un obstáculo, su dueño ya tiene que marcarle cómo atacar el siguiente obstáculo. Todo con muchísima rapidez y sin cometer errores”.

Apta para cualquier raza

La directora gerente de Nudacan reconoce que los perros muy ágiles parten con ventaja, pero declara asimismo que cualquier raza de perro puede llegar a competir con posibilidades de alcanzar la victoria. Lo que hace falta para ello es, naturalmente, mucho trabajo de entrenamiento. “Al menos, dos días a la semana es necesario entrenar, para poder ir mejorando poco a poco. Si coges un perro de cachorro que tenga buenas bases y lo entrenas con ahínco, en un año y medio lo puedes presentar a la competición, aunque sea en iniciación. Y si tienes a un perro adulto, en un año ya lo puedes preparar para las pruebas”, alega.

El entrenamiento consiste, según expone, en lograr primeramente una obediencia básica, en la que el perro aprenda a sentarse, a mantenerse quieto y a ser capaz de seguir al guía. Y después, se han de asimilar las reglas y el funcionamiento del agility. Pero Ramírez apunta que, si se conoce este mundo, después no se puede dejar de lado. “La gente es un poco reacia al principio, pero es por desconocimiento, porque tienen al perro como un animal de compañía y no van más allá. Pero cuando nos ven entrenando, enseguida les llama muchísimo la atención. Porque esto es mucho más que sacarlo a pasear un par de veces al día. Con este deporte, la compenetración que logras con tu perro es enorme”, destaca.

Su ejemplo es palmario. Poseedora de cuatro perros, competirá con todos ellos en el campeonato de Lodosa. Dos de ellos lo harán en la prueba principal y los otros dos, en la de iniciación. Conoce a todos sus rivales y asume que será complicado lograr la victoria. “La verdad es que, aunque no llevamos demasiado tiempo compitiendo, sí que se está viendo que hay nivel. Y eso es lo emocionante. Como es normal, después puedes tener un perro muy bien preparado y que no te salga tu día, pero es lo que hay. Creo que será una competición muy disputada”, anuncia.

Al mismo tiempo, anima a todas las personas a que se acerquen a la localidad navarra el 1 de octubre para presenciar el torneo, ya que está abierto completamente al público. “El espectador va a poder ver un trabajo muy bonito del guía con su perro, un vínculo que el dueño ha logrado después de muchas horas de trabajo. Es un poco difícil de explicar, ya que es una sensación que hay que vivirla. Cuando entras a la pista con tu perro, el mundo desaparece y ya solo ves a tu perro. Eres tú y tu perro nada más”, proclama.

La competición arrancará a las 12 horas con el campeonato regional, una prueba que Ramírez espera que sea la antesala de la celebración de muchas más futuras jornadas de este deporte en la Comunidad foral, dentro de la Liga Norte, en un camino que comienzan ahora, si bien aguardan con ilusión que se consolide y tenga continuidad. “Yo invito a todo el mundo a que venga, para que conozca este deporte y se anime a practicarlo, porque es una modalidad que gusta mucho. Al final, es algo divertido, emocionante y saludable. No se puede pedir más”, sentencia.