El paso del tiempo, al que hasta las rocas inmutables están sujetas, se hace certeza permanente en los paisajes de Miguel Echauri. Tierras áridas y rotundamente bellas que cautivaron primero al pintor y nos cautivan ahora a quienes las contemplamos, como lugares remotos con señal de presencia humana, y que son un intento de abarcar el infinito, de ir más allá de la presencia de la tierra y la piedra que pisamos y capturar su permanencia, hacerla manifestación estética y vital universal, resistente al tiempo y a la acción modificadora del ser humano.

A la emoción, y a la reflexión, también, invitan los cuadros que cuelgan todo este mes de octubre de las paredes de la Galería Fermín Echauri 2 de la calle San Antón con motivo de una celebración: el 95 cumpleaños de su autor, Miguel Echauri (Pamplona, 1927). Un pintor hecho a sí mismo que ha alcanzado esta edad bella y remota –el pasado 23 de septiembre– compartiendo su arte atemporal.

La Fundación que lleva su nombre ha elegido para la ocasión una amplia muestra de sus paisajes –más de una veintena–, muy diversos en cuanto a tamaños y fechas de realización, ya que hay desde obras creadas a finales de la década de los 60 hasta las más recientes de comienzos de este siglo XXI. Miguel ha pintado toda su vida, hasta hace diez años, y, como se hace evidente en esta exposición especial, manteniendo una coherencia creadora y una unidad conceptual que siempre ha estado alejada de imposiciones de modas o del tiempo –los tiempos– que le ha tocado vivir.

“Miguel se encuentra a sí mismo en esas tierras áridas y esas oquedades del paso del tiempo”

Fermín Echauri - Galerista, hermano del pintor Miguel Echauri

El pintor pamplonés nunca ha renunciado a los motivos que le mueven y le interesan como creador, en este caso los paisajes áridos, y de esa coherencia y honestidad brota un arte con capacidad para despertar emociones a quien se tome el tiempo de detenerse y adentrarse en estos cuadros.

MODERNIDAD ATEMPORAL DESDE LA FIGURACIÓN

Bajo el título El pintor y su paisaje, la Fundación Miguel Echauri muestra al público obras de su propiedad, algunas de las cuales habitualmente lucen en la casa de San Antón que se levanta sobre la galería, y otras prestadas para la ocasión por sus propietarios, entre ellas cuadros que no se habían visto aquí. Hay algunos que estuvieron en la Bienal de Alejandría de 1972, y de ahí viajaron a Damasco y Beirut.

Son paisajes muy personales que dan cuenta de “la modernidad en la figuración”, destaca Fermín Echauri, hermano del pintor, galerista y presidente de la Fundación. “En ningún cuadro hay una pretensión de una abstracción total, aunque algunos casi podrían ser abstractos. Pero si nos fijamos, incluso en ellos hay un pequeño corralito abajo, o una casita pequeña, algo con lo que Miguel no quiere perder la figuración. No quiere adentrarse en otro mundo”, apunta Echauri.

PAISAJES PARA SENTIR

La atracción por estas tierras secas, rocosas, que remiten al gusto del pintor por las Bardenas o los Monegros, es una motivación constante en Miguel Echauri. “Él se encuentra más a sí mismo empleando esa aridez en la tierra, esas oquedades del paso del tiempo, esas cosas que como pintor siempre las manifiesta en todo, también en sus bodegones, y con las que aspira a crear una estampa eterna, permanente y muy nuestra”, dice Fermín Echauri.

En esa intención en la que vuelca toda su sabiduría y su oficio de artista, encuentra Miguel una tranquilidad y una hermosura que expande a través de sus cuadros, en los que luz y sombra, claroscuro y el color como renuncia son claves.

Son paisajes sin bocetos previos. “Los va creando, o recreando, conforme los va pintando; va corrigiéndose a sí mismo, va elaborando, y muy pocas veces abandona un cuadro; cuando lo deja lo deja ya, para siempre”, cuenta su hermano de estas pinturas en las que Miguel Echauri nunca ha buscado una estética comercial o vendible. En una entrevista con motivo de una exposición en Bilbao, le preguntaron por qué pintaba esos paisajes tan áridos, tan “difíciles de tener en casa”. A lo que Miguel respondió: “Es lo que a mí me gusta. Yo comprendo que no son paisajes para ir a merendar. Son paisajes para sentir”.

EN CORTO

Exposición y charla. Miguel Echauri. El pintor y su paisaje puede visitarse este mes en la Galería Fermín Echauri 2 (calle San Antón, 6), de lunes a viernes de 10 a 14 y de 17.30 a 20 horas. El viernes 14, a las 19.30 horas tendrá lugar allí una charla sobre la pintura de Miguel Echauri a cargo de Iñaki Urricelqui.

Visitas a la Fundación. Por el 95 cumpleaños de Miguel Echauri, la Fundación oferta visitas guiadas gratuitas a su sede, todos los días de lunes a viernes en dos horarios, 12 y 19 horas, previa cita.

UN "GIRO" A LA FUNDACIÓN

Hércules. En la misma exposición de paisajes de Miguel Echauri, lucen dos Hércules propiedad de la Fundación desde hace más de 35 años; importantes esculturas antiguas de bronce a la cera perdida que dialogan con las pinturas.

Relatos de arte. La idea de la Fundación Miguel Echauri es dinamizarse con diferentes acciones y culturales y sacar a la luz pequeñas piezas, “joyas” de su colección en distintas exposiciones de la galería, e ir contando los relatos de investigación en torno a ellas.