“El humor sirve para desenmascarar dogmas, tumbar supersticiones y disolver prejuicios”

Sanzol se ha asomado a este periódico unas cuantas veces. La última, en una extensa entrevista publicada el domingo 28 de abril, un par de días después del anuncio del premio. Por eso y para conocer mejor las ideas que subyacen en algunos de los textos del director del Centro Dramático Nacional, planteamos una entrevista distinta. En un ejercicio inspirado descaradamente en Luigi Pirandello, son los personajes de seis de sus obras quienes le interrogan. Y le tutean, claro.

‘La Casa de Bernarda Alba’ (2024). El uso de la violencia para mantener un orden

BERNARDA: ¿Quiénes somos las Bernardas de hoy?

–La Bernarda es el arquetipo del uso de la violencia sobre las mujeres con el fin de ‘protegerlas’. Además, contiene la paradoja de que ella es una mujer –también víctima– y de que la necesidad de proteger a sus hijas no es paranoide, porque existen peligros reales. Somos Bernardas cada vez que usamos la violencia verbal o física para resolver una situación compleja. 

ADELA: ¿Qué final alternativo te hubiera gustado para mí? ¿Cómo son las Adelas de hoy? 

–En un mundo ideal, Adela hubiese pensado de una manera más precisa su objetivo de huir de la casa, y luego habría diseñado una estrategia que no la dañase. Somos Adelas cada vez que nos descompensamos porque sabemos que estamos siendo víctimas y nos acabamos haciendo daño.

ANGUSTIAS: ¿Qué quiso representar Federico con mi personaje?

–Lo que le esperaba a Adela si Adela no cambiaba el curso de los acontecimientos. Un destino horrible. Es un personaje que sirve para entender la desesperación de Adela.

‘El bar que se tragó a todos los españoles’ (2021). Soluciones simplistas para realidades complejas

JORGE ARIZMENDI (EL BAR): ¿Se ha transformado la sociedad española como para que ahora sí pudiera contar sin problema que me salí de cura? ¿Qué habría sido de Alfredo Sanzol y de ‘El bar que se tragó a todos los españoles’ si yo no hubiera dejado el sacerdocio?

–Hace muchos años que se puede contar que te saliste de cura. Lo que ha pasado ahora es que tu aventura vital se ha convertido en una historia de aventuras algo épica. Y si no hubieses dejado el sacerdocio, no habría pasado nada siempre que eso fuese tu voluntad real. El problema siempre es la realidad y el deseo, como el libro de Cernuda.

¿Qué signos de avance prometedores y cuáles de retroceso percibes?

–El avance siempre tiene que ver con el conocimiento y parte esencial del conocimiento es la experiencia de que los problemas complejos necesitan soluciones complejas. El retroceso es la superstición y la credulidad en las soluciones simplistas para realidades complejas. 

CARMEN ROBLES: ¿Por qué me enamoré de un hombre como Jorge Arizmendi con la ‘mochila’ que él llevaba encima? ¿Qué profesión habría ejercido de no casarme y tener hijos cuando los tuve?

–A ver, te enamoraste antes de conocer su mochila. Si llegas a saber desde el principio que era cura, igual no comienzas a salir con él. Y habrías seguido trabajando en Telefónica, que es lo que hiciste cuando dejaste la excedencia y volviste a trabajar.

"Me pregunto por la falta de solidaridad entre los oprimidos; por qué no creemos lo que estamos viendo y sí creemos lo que nos dicen"

‘La Respiración’ (2016). Vivir antes que sufrir

NAGORE: ¿Qué haces cuando te falta la respiración? ¿Cómo la recuperas? 

–El pobre cuerpo se las arregla para respirar a toda costa, prefiere sufrir antes que morir, pero el diafragma se te queda muy alto, la respiración corta y al final tengo que parar y dejar que el aire ocupe el cuerpo con calma.

‘La Ternura’ (2017). Mentir o no contar  toda la verdad

REINA ESMERALDA: ¿Qué crees que diría ese autor al que llaman William Shakespeare de tu obra ‘La Ternura’? ¿Por qué los enredos nos gustan tanto? 

–Pues diría que le suenan unas cuantas cosas de las que ocurren en La Ternura, pero no me daría vergüenza porque Shakespeare era especialista en ‘hacer homenajes’; de hecho, lo aprendí de él. Lo importante es usar lo viejo para producir lo nuevo. Y los enredos nos gustan porque señalan una realidad: que nos pegamos la mitad del tiempo mintiendo, o, como decimos para consolarnos, no contando toda la verdad.

‘La calma mágica’ (2014). Volver a hablar con el padre

OLIVER: ¿Por qué hay que distinguir sueños de realidad? ¿Cómo se relacionan en tu memoria?

–La realidad y los sueños forman parte de la experiencia de vivir, pero la realidad es cuando alguien muere, y los sueños son cuando alguien muere, te despiertas y la persona sigue ahí. El problema es que la persona sigue ahí, pero hay una emoción que guarda el cuerpo que es de desasosiego, y eso nos conmueve. La memoria no distingue a veces entre las emociones que producen los sueños y las que produce la realidad. 

OLIVIA: ¿Conseguiste lo que buscabas con esta historia? ¿De dónde sale el elefante rosa?

–Sí, porque al final de la historia apareció la voz del padre de Oliver, que era un poco la voz de mi padre, fue una manera de hablar con él. Y el elefante rosa es un símbolo de la alucinación. Elefantes rosas volando.

‘Delicadas’ (2010). Misteriosas

GUADA Y LUISA... ¿Por qué querías contar nuestras vidas y las de nuestros compañeros de historia?

–Porque eráis muy misteriosas. No contabais nada de vuestra juventud, así que con los cuatro hilos que tenía me inventé vuestra vida. La sorpresa vino cuando la obra les pareció muy realista a muchas de las que os conocieron. 

NOVIA: ¿De qué sirve el humor en tiempos de silencio?

–El humor es el ‘tres en uno’ del pensamiento. Sirve para todo. Y especialmente para desenmascarar dogmas, tumbar supersticiones y disolver prejuicios. 

Todos los personajes. Escribir emociones

¿Qué tenemos todos los personajes de tu obra en común?

–Que hacéis muchas preguntas, que os tengo muchísimo cariño y respeto, porque sin vosotros no entendería nada, y con vosotros he sacado todas mis emociones escondidas, y me he metido en líos de los que aún no he podido salir, y que estáis muy bien en el escenario y en el papel, y ya os podéis ir a dar una vuelta que quiero escribir un poco para inventarme personajes nuevos.

"La realidad y los sueños forman parte de la experiencia de vivir, pero la realidad es cuando alguien muere, y los sueños son cuando alguien muere, te despiertas y la persona sigue ahí"

¿Cómo te sientes al contemplar el recorrido entre el Navarro Villoslada y el Centro Dramático Nacional?

–Es muy raro, pero, aunque ha pasado mucho tiempo entre uno y otro, recuerdo de una manera muy intensa y clara cómo era cuando estaba en el instituto y me sirve de punto de referencia para recuperar el norte en los momentos de mucha intensidad dirigiendo el Dramático.

¿Qué significa el reconocimiento en tu tierra con el Premio Príncipe de Viana?

–Me siento muy agradecido. Este premio tiene una gran importancia simbólica y, por eso, para evitar la segura inflación del ego, quiero vivirlo con toda la humildad de la que sea capaz; primero, recordando todo el apoyo social que he tenido en Navarra, desde la educación, la profesión teatral, hasta el público, y, segundo, sabiendo que es un premio para continuar trabajando, para intentar hacerlo cada vez mejor.

¿Qué pregunta se hace Alfredo Sanzol sin cesar y aun no ha hallado la respuesta?

–Me pregunto por cómo puedo hacer para estar más cerca emocionalmente de mis seres queridos, me pregunto por la falta de solidaridad entre los oprimidos, me pregunto por qué no creemos lo que estamos viendo y sí creemos lo que nos dicen, me pregunto por la falta de confianza de los seres humanos en la humanidad… Me pregunto qué es el ser, y si viene a cenar, ¿tiene algún tipo de intolerancia?.