Con 'Ataque celeste', El Columpio Asesino pone fin a casi seis años de silencio discográfico. Tras 'Ballenas muertas en San Sebastián' (2014), ¿el grupo necesitaba cierto descanso y tomarse un tiempo para replantear la dirección del proyecto?

-Albaro: Fue un poco por todo. Veníamos de la gira de Ballenas, que a su vez se empalmó con la gira de Diamantes€ Y el ir disco a disco, grabar... Es un proceso que se enlaza uno con otro, emocionalmente estás como una montaña rusa y es agotador. Decidimos parar y darnos ese espacio para que cada uno se replantease sus cosas. Luego ya nos juntamos y nos pusimos manos a la obra. Yo en ese año sabático que nos dimos trabajé en alguna canción, pero fueron puntos de salida más que nada. En la bajera luego ya se transformó todo, se deformó todo, se derrumbó todo, se destruyó todo (risas). Lo que es una idea clara clara de las cosas, no la teníamos. Por ejemplo, en Ballenas desde el principio sí que teníamos una orientación de sonido y en este disco fue poco a poco.

-No había una dirección clara, pero visto el resultado, sí da la sensación de que, al final, se encontró cierto camino musical llegando a un disco "más luminoso y pop", como presentan en la nota promocional del mismo. ¿Encontrasteis en ese 'giro' a vuestra propuesta cierta 'comodidad' a la hora de trabajar y explorar?

-Albaro: Nos cuesta encontrar ese espacio en el que sentirnos cómodos y por eso nos cuesta tanto acabar y cerrar una canción, porque normalmente siempre hay algo que te cojea, puede ser la melodía, o la forma€ Nos cuesta por nuestro nivel de exigencia y por la trayectoria que hemos tenido de no recorrer ya caminos recorridos, pero es cuestión de picar piedra y al final, por cansino, la figura en el bloque se manifiesta.

-Sí que es evidente que este disco es un contrario a la oscuridad de 'Ballenas muertas en San Sebastián'.

-Dani: Sí sí, no es que sea contrario, es que ir a algo más oscuro que Ballenas era meterte en un pozo sin salida. Tanto para el que lo escucha, como el que lo hace. El camino natural que encontramos fue este. Era lo que nos pedía.

-Albaro: Luego, que además el disco tampoco es tan luminoso...

-Cristina: Parece luminoso.

-Albaro: Es más melódico, pero quitando los singles, que son más convencionales, hay canciones que...

-Musicalmente, la electrónica ha sido parte del sonido de la banda desde sus comienzos, pero, ¿juega en 'Ataque celeste' un papel más protagonista que en anteriores trabajos?

-Albaro: Desde el primer disco siempre hemos coqueteado con la electrónica, pero lo que ha cambiado ahora es la manera de hacerla. Antes igual también tenía un rollo más psicodélico y ahora está sonando a una electrónica entendida más como electrónica pura, que se acerca a esa etiqueta. Y más contemporánea también.

-Dani: Sí, la cuestión es que la electrónica no sea un refuerzo de algo que flota, sino que sea protagonista y que tenga algo tan importante que contar como la voz. Entonces lo enmarcas dentro de un marco electrónico pero bien hecho, porque canta como la voz. No es un refuerzo que simplemente adorna las canciones, sino que es una razón de ser de la canción.

-A nivel de protagonismo, en este último disco también ha adquirido mayor relevancia Cristina a la voz. ¿Ha sido una evolución natural?

-Cristina: Con este disco, en la composición se ha partido de hacer líneas de voz y de buscar qué nos quedaba mejor, encontrar cómo sonaba mejor€ Y hemos empezado a construir la canción a partir de esas líneas de voz. Eso es un poco lo que ha cambiado respecto a otros trabajos, donde antes la voz simplemente era otro instrumento más que se agregaba a la composición.

-Albaro: En la mayoría de las canciones probábamos las dos vías, a cantar ella o yo, y se veía en seguida para quién era la canción. Tenemos la suerte de tener esos dos registros, el melódico para Cristina, que le quedan mejor que a mí igual algunos temas, pero luego está también el poder hacer canciones como la de Lechuzas, Cúters Y Somníferos -uno de los cortes del nuevo disco-.

-Cristina: A mí me encanta combinar las voces, me parece que hay un punto en que la voz de Albaro se llega a parecer a la mía, la mía a la de Albaro, ya no sé si soy yo, si es él... Y ese punto raro es súper chulo.

-Si bien con 'Ballenas' os 'encerrasteis' durante un tiempo en una casa en Bigüezal, 'Ataque celeste' nació, creció y se grabó en vuestro local de ensayo. ¿Cómo fue el proceso de producción?

-Dani: Sí, al final nos montamos un estudio improvisado en la bajera y ahí se ha desarrollado todo el proceso, tanto el de crear las ideas originales como el de grabar todo. De hecho, ahí hemos hecho al final hasta la mezcla, lo único que se ha hecho fuera es el mastering.

-Albaro: También era un infierno en el sentido de que no tenemos local propio y es un local compartido con otras bandas... Y normalmente grabábamos a las mañanas, pero había días que estabas ahí, bajaba alguien y claro, no podías hacer nada, así que te levantabas y les preguntabas con mucha educación... (risas).

-Dani: Es también una de las razones por las que ha costado tanto el disco. En realidad, el año sabático fue de enero de 2016 a febrero-marzo de 2017, así que se empezó a intentar crear el germen original de canciones maquetadas a partir de abril de 2017. Y hasta que se terminó, a finales de 2019.

-El resultado es un disco relativamente 'corto', de ocho temas.

-Dani: Para nosotros es un disco redondo. Teníamos bastante más material, pero decidimos que en este disco tenían cabida esas ocho canciones que han entrado.

-Albaro: Se cerraba muy bien así. Yo tengo la impresión que ha quedado cuco (risas). Además, como son las canciones tan dispares entre sí también€ Se abre y se cierra bien.

-"No tenemos ni puta idea de lo que van a decir con este disco", comentabais en una entrevista reciente con 'Mondo Sonoro'. Pero, ¿qué os gustaría que sí dijesen?

-Dani: Que es el mejor disco de El Columpio con diferencia abismal, así de claro. Y que está a años luz de cualquier cosa que se hace en este país (risas).

-Albaro: Y si no lo logramos, sería un fracaso (risas). No, pero con cada disco siempre tenemos ese vértigo. Con Diamantes estábamos acojonados, porque también había un giro y se decía que El Columpio se había vuelto pop.

-Dani: Nunca puedes contentar a todos.

-Albaro: Y luego con Ballenas, nuestra manager lo escuchó por primera vez y nos dijo: "¿En serio vais a sacar esto?".

-Cristina: Y nos fue muy bien.

-Albaro: Hombre y siempre buscas el agrado y el respeto por parte de la crítica, pero creo que te guste o no Ataque celeste, se ve que hay un trabajo enorme ahí y creo que se va a respetar. Luego te puede gustar más o menos, pero se ve cuando un disco está bien hecho y hay horas y está bien acabado.

-En cuanto al título, gira en torno a aquello que se denomina "ataque celeste" -la obsesión por la perfección y el crecimiento constante que lleva a la enfermedad social-. ¿Vivimos en tiempos en los que la felicidad parece haberse convertido no ya en un deseo, sino prácticamente en una obligación?

-Albaro: Sí, el ataque celeste quiere acuñar esa sensación ya que muchas veces tenemos como esa presión por estar bien en todo momento, por querer llegar a todo€ Parece que hoy día pasa todo por eso. Y que si no aprovechas cada minuto de tu vida o lo explotas.

-Dani: ...lo explotas, entre comillas, porque es según lo que ellos entiendan por explotarlo y aprovecharlo, claro.

-Cristina: Se trata de optimizar el tiempo.

-Albaro: Sí, es que de hecho para mí el aburrirse forma parte de la vida para, precisamente, poder llegar a determinadas conclusiones. Me parece fundamental. Entonces iba al hilo de eso, de esa presión que creo que existe hoy en día por una hiperactividad en todos los sentidos: de producción, de positivismo, de ese "yes we can", del "venga, sí se puede".

-Un lema, el 'yes we can', que escuchamos repetido en la canción que cierra, 'Ataque celeste'.

-Albaro: Sí, por eso hacemos ese tema. Repetimos el lema de esa manera para hacer una denuncia a este yes we can de ahora, quecreemos que está pervertido respecto al del origen. El yes we can original creíamos que tenía una finalidad más de superación colectiva y ahora se ha convertido en una especie de grito de guerra de empresario en el que tú mismo te exiges, te autoexplotas...se ha convertido en un grito más capitalista que otra cosa. Y nosotros reivindicamos que a veces no se puede, que a veces se debe parar y que hay que aceptar el silencio, el vacío y la angustia porque forman parte de la vida.

-De hecho, como apuntáis en el tema 'Tu último relato', esa obsesión por el más, más y más puede convertir el día a día en "una huida hacia delante" con peligroso final...

-Albaro: Claro, es que si estás retroalimentándote como la locomotora de los hermanos Marx, si sigues echando madera, madera y madera. Al final llegas al colapso. Por eso queremos reivindicar la parada, el silencio, los tiempos de contemplación. A mí me ha pasado que a veces siento que no estoy haciendo nada y te entra un sentimiento de culpa. Antes estaba el sentimiento de culpa moral y ahora está el sentimiento de culpa capitalista, en el sentido de que crees que no estás haciendo nada.

-Cristina: Hay que producir. Lo que sea, pero producir.

-En cuanto a citas en directo, el pasado noviembre actuasteis en Bilbao con motivo del BIME y, por delante, en la agenda sumáis ya varios festivales. Pero, de cara a la presentación del disco, ¿hay prevista una gira por salas?

-Cristina: Vamos a empezar en abril lo que será toda la gira por festivales y luego ya, a partir de septiembre u octubre, empezaremos una gira por salas con la que intentaremos ir por todas las ciudades. En Pamplona actuaremos el 24 de octubre en Zentral, en la fiesta de presentación del festival SantasPascuas. Tenemos muchas ganas de tocar, que hace cinco años que no actuamos en Pamplona.

-Albaro: Y avisar a la gente que ande lista la gente con las entradas, que en años anteriores hubo gente que se quedó sin entrada...

-Y ahora que 'Ataque celeste' sale a la venta, ¿vais a desvelar qué significan esos dibujos que habéis escondido entre todos los discos fabricados?

-Cristina: (Risas). Estuvimos firmando 1.000 discos y Albaro siempre dibujaba un pollito que me hacía gracia, así que cogimos cinco discos al azar y escondimos los dibujos. Y al que le toque, que nos avise, que tendrá un regalo...