pamplona. Ha sido titular los últimos tres partidos de Liga. La edad no es obstáculo para seguir jugando para Joseba Zulaika.

¿Cómo se explica que esté jugando en Tercera con 42 años?

Hace falta tener ilusión y, sobre todo, que te deje la familia. Yo ya tengo dos hijos mayores (de 12 y 10 años) y no es lo mismo que cuando eran pequeños.

Su trayectoria llama la atención. Colgó las botas con 25 años y las recuperó con 40.

Desde pequeño he jugado siempre en el Beti, a excepción de una temporada en juveniles en el Liga Nacional del Burladés. Recuerdo que viví el ascenso a Tercera con 19 años. Después, a los 25, dejé de jugar. Había acabado de estudiar, empecé a trabajar, llevaba ya muchos años jugando... Sobre todo el hecho de empezar a trabajar me condicionaba el continuar jugando. Estaba un poco cansado, saturado... Sin pensarlo, hace dos años me llamó el presidente cuando el equipo estaba en Primera Regional y me presentaron un proyecto bonito, con gente de casa. Al principio pensé: "Está loco". Pero me lo pensé, creía que me vendría bien entrenar y me planteé ¿por qué no?, en lugar de pensar ¿por qué sí?

¿Cómo reaccionaron en casa?

Mi mujer me animó desde el principio, porque veía que entrenar me venía bien y que me gustaba. El primer año fue muy bonito en Primera Regional. Nos salió todo estupendo. La temporada pasada, en cambio, empezamos mal, pero fuimos a más y acabamos celebrando el ascenso. Fue el broche de oro. Ahora seguimos con la misma ilusión, en una categoría más dura, pero yo creo que acabaremos en la mitad de la tabla. Somos un equipo que intentamos jugar, pero hay pocos equipos que quieran construir y nos tenemos que adaptar a la categoría.

Ha vivido dos ascensos a Tercera, con 19 y con 41 años. ¿Qué tiene cada uno de especial?

El que vives con 41 sabe hasta mejor. Cuando eres joven no sabes apreciarlo tanto, no le sacas tanto jugo. Con la edad valoras más lo que consigues porque sabes lo difícil que es jugar, lo larga que es la temporada, lo que te juegas en los últimos partidos... Reflexionas más y lo valoras. Lo ves como una obligación, tienes más responsabilidad.

¿Y qué diferencia hay entre el portero que es hoy y el que debutó en Tercera con 19 años?

Se notan dos cosas. Cuando eres joven, recuperas más fácil. Ahora, al día siguiente del partido parece que te ha pasado un camión por encima. Te duele todo el cuerpo. Después ya recuperas. Por otro lado, con la edad tienes más experiencia, llevas mejor los momentos de tensión, esos minutos de agobio. Tienes más tranquilidad, no dudas tanto.

¿Qué se pierde con los años?

Velocidad. Los reflejos se mantienen y se mejora la colocación, la valentía a la hora de salir... Tienes más confianza en ti mismo.

¿Le dejan ser capitán?

No, es Ángel (Arizcuren). Él lleva el brazalete en el campo. En el vestuario somos dos o tres. Los más veteranos.

¿Cómo es la convivencia en el vestuario? ¿Quién es el más joven?

El más joven es Larraya, que creo que tiene 18. Hay diferencia de edad, y soy yo el que me tengo que amoldar a ellos.

¿Es de los que cuenta batallitas?

No, no muchas. Igual peor. El otro día en Valtierra me preguntaron si era el hijo de uno que jugaba de portero en el Beti hace 20 años. "Soy yo", le dije (se ríe).

¿Se ve como un espejo para sus compañeros más jóvenes?

Los más veteranos tenemos que dar ejemplo de compromiso, de ir a entrenar incluso si las cosas no salen, de animar... Siempre tienes más paciencia.

¿Es la prolongación del entrenador en el campo?

Es cierto que muchos porteros acaban como entrenadores, porque desde esa posición ves el partido diferente, tienes otra perspectiva. Yo siempre trato de animar a mis compañeros y reforzar lo positivo para que tenga confianza. El año pasado entrené a los benjamines del Beti, donde juega mi hijo, y no me disgustaría esa faceta, pero sí que me llevaría más tiempo y no creo que continúe por ahí.

¿Le van a ver sus hijos?

Sí, sí. Vienen con sus amigos. Y me parece muy bonito. Sobre todo, porque yo también recuerdo que de pequeño iba a ver a la gente del pueblo que jugaba y así los acabas conociendo. Ahora van a ver al padre de Aimar, pero son recuerdos que después nunca se olvidan.

¿Se encuentra ahora con jugadores de su etapa anterior?

Sí, pero ahora están al otro lado de la barrera, como entrenadores o formando parte del cuerpo técnico de los equipos. Recuerdo como compañeros o rivales a Alfredo Ibero, a David García, Ignacio Fanlo, Carlos Casado (segundo del Egüés) o Santi Castillejo.