A comienzos de noviembre saltó la primera noticia relacionada con las angulas y su precio. En la lonja de pescado de Ribadesella, rula la llaman en Asturias, se vendió en subasta el primer kilo de angulas pescadas en esas costas se pagó a 7.280 euros el kilo. La cantidad de angulas adquiridas fue de 1,415 kilos, el trabajo de toda una noche de 16 pescadores de esa localidad. Además, ese mismo 1 de noviembre se vendían 90 gramos de angulas más, pescadas estas en el río Nalón, a 4.599 euros el kilos, según recogió el diario asturiano La Nueva España..

Como en muchos otros casos, los precios más caros se los lleva el primero en salir al mercado. En subastas posteriores los precios fueron bajando, pagándose el 4 de noviembre a 780 euros el kilo y a 760 euros al día siguiente, llevándose los clientes un total de 3,5 kilos, informó después la Cope.

Una cazuelica de angulas con ajo y guindilla.

Una visita a las diferentes web de empresas distribuidoras de angulas basta para comprobar que las diferentes presentaciones (congeladas, refrigeradas, fresca) que ofrecen, la mayoría en paquetes de 100 gramos, oscilan entre los 65 y los 88 euros.

Más allá del esfuerzo de los pescadores locales de Galicia, Asturias y Cantabria, que son quienes en el Cantábrico las pescan con fines comerciales, la mayor parte de las que se consumen en España viene de Francia, de su litoral atlántico. En Euskadi se pueden pescar, pero solo para consumo particular.

De momento, los grades mayoristas de este pescado, que se encargan de mantenerlo vivo en sus depósitos a lo largo de toda la temporada de pesca, que va de octubre a marzo más o menos y de dependiendo de las diferentes regulaciones locales, para ir distribuyéndolo poco a poco previa petición lo sirven en torno a uso 800-900 euros el kilo a otras empresas, restaurantes y pescaderías, por lo que o es de extrañar que el consumidor final vea el precio en el expositor durante las compras en vísperas de las más señaladas fechas navideñas alrededor de los 1.000 euros el kilo. En San Sebastián ya se han visto precios de 950 euros.

ANGULAS BLANCAS, ANGULAS NEGRAS

Una de las grandes dudas es la diferencia entre las angulas blanca y las de lomo negro, y sobre todo, si una es mejor que la otra. La explicación de esta divergencia es sencilla. La angula nace en agua salada, en el mar de los Sargazos, y al poco tiempo migra en busca de los ríos. Cuando llegan a ellos y son capturados, estos alevines son todos iguales, traslúcidos, casi transparentes. Su característico color blanco lo adquieren una vez muertas y cocidas. Ahora bien, las angulas empiezan a madurar cuando entran en contacto con el agua dulce de los ríos y uno de los signos de esta maduración inicial es que su lomo se fortalece y aparece el lomo negro. Por ello, el color solo es un indicador de que han estado más tiempo en agua dulce. ¿Esto influye en su sabor y en sus cualidades gastronómicas? No está claro, cada cual tiene su opinión. Y ya se sabe, para gustos, los colores, o blanco o negro.


Aparte de la alta demanda de angulas en su temporada, del capricho que para algunos supone dar un bocado a esta exquisitez, algo que siempre explica el alto precio inicial, también la escasez de estos alevines añade motivos. Una escasez debida a dos razones, la primera es que cada vez hay menos angulas por las dificultades que encuentran para subir desde el mar al interior de los ríos debido a los obstáculos creados por los hombres que se van encontrando.

La segunda se deriva de la anterior ya que la legislación europea obliga a devolver al agua el 60% de los ejemplares pescados cada noche. Esta medida restrictiva, entendida por los pescadores como un modo de tener una actividad sostenible y que permite un futuro, hace que el consumidor final encuentre menos angulas disponibles, y eso hace subir el precio. Es tan simple como la ley dela oferta y la demanda.

Ya saben pues, es la economía, amigos.