PaMPLONA - El próximo 21 de enero, la Federación Española de Atletismo celebra una gala para premiar a los mejores atletas del año. Entre los galardonados se encuentra Idoia Mariezkurrena. La exatleta, natural de San Sebastián aunque criada en Pamplona, recibirá el premio a entrenadora revelación de 2016. Casada con el pertiguista Francisco Javier Hernández y madre de dos hijas, la preparadora alterna las labores de casa con los entrenamientos de jabalina en Larrabide.

¿Qué significa para usted recibir el galardón a le entrenadora revelación de 2016?

-Todavía estoy asimilándolo. Estoy muy contenta por el galardón. Cuando recibes un reconocimiento a nivel nacional es de agradecer. Cuesta un poco asimilarlo y situarse, pero estoy muy contenta.

¿Qué trata de transmitir a los más jóvenes?

-Trato de motivarlos de cara al futuro. La jabalina es una prueba técnica. No quiere decir gran cosa que te salga muy bien al principio por ser más habilidoso, es un camino largo. Intento que no se desanimen porque al principio no salgan las cosas. Tienen que entender que esto es largo, que cuesta aprender y que formar un lanzador cuesta unos cuantos años, hay que trabajar y tener paciencia.

¿Cómo son sus entrenamientos?

-En general, en los lanzamientos nos toca trabajar un fuerte componente técnico, para manejar y ser lo más habilidoso posible con el artefacto que sea, bien el peso o la jabalina. Para eso trabajamos la técnica con el propio artefacto. También usamos otro tipo de imitaciones u objetos similares para ir aprendiendo el gesto. Además también tratamos de darle importancia a la preparación física, tanto a nivel de fuerza en los saltos y acciones similares, para reforzar la musculatura en la espalda, los hombros y los brazos.

¿Qué cree que puede aportar el atletismo a los jóvenes que lo practican?

-La práctica de este deporte es bastante válida para el día a día. Hacer una prueba de jabalina a veces no tiene un efecto inmediato, por lo que hay que aprender a tener paciencia. a trabajar y ser persistente. Hay que entender que la rutina diaria y el esfuerzo del día a día es lo que te va a dar los resultados. A veces no hay un resultado inminente y sin embargo tienes que saber compensarlo con el esfuerzo que has hecho y estar satisfecho. Todo eso va ofreciendo unos valores que en un futuro son muy válidos para las tareas que hay en la vida, para estudiar, para trabajar o para lo que sea.

¿Cuáles son los objetivos que debe cumplir un buen deportista para convertirse en un gran atleta?

-El primer objetivo debe ser superarse. Ir teniendo unas metas realistas y poco a poco ser más ambicioso. Siempre hay que ir un poco más allá para intentar sacar todo lo que un deportista tiene.

¿Cómo se puede inculcar esta ambición y ganas de superación?

-Creo que donde más hay que influir es en que no exista la decepción. En mi caso hay que estar todo el día corrigiendo, porque no hay un lanzamiento perfecto. El entrenador esta todo el rato corrigiendo lo cual para el atleta puede ser decepcionante. Creo que es importante transmitir los aspectos positivos. El deportista debe disfrutar aunque cueste llegar a una ejecución perfecta. Con un tiempo de madurez se aprende a percibir sensaciones de competición.

¿Cuál debe ser la labor del entrenador cuando los atletas están en su fase de iniciación?

-El entrenador debe seguir al deportista, ser realista y dar un reforzamiento positivo y al mismo tiempo calmarles un poco cuando se produce una mejora importante. A veces hay mejoras de golpe, por eso hay que enseñar que las grandes mejoras no se consiguen tan fácil. El entrenador debe ir gestionando las emociones, hay que tener calma y ser realista.

¿Cuál es la edad clave para el desarrollo deportivo del atleta?

-En una prueba técnica como la jabalina lo ideal sería que empezaran a los 11-12 años, para asimilarla de una forma natural. Los chicos, sobre todo, tienen una fase de crecimiento físico importante entre los 13 y los 15 años que les hace ser un poco más torpes y les cuesta asimilar más las cosas. En esas edades hay que tener paciencia. En el momento en el que se va produciendo ese cambio hormonal y se van convirtiendo en hombres dominan mucho más y es en ese momento donde se puede producir un avance más importante. Para terminar de entender el propio lanzamiento deben darse entorno a seis y ocho años de práctica, por eso es importante empezar pronto. Cuando los atletas van cogiendo experiencia te das cuenta de que la manera de transmitir es más técnica. Luego ya está la capacidad de cada uno. Hay deportistas que ni sienten ni padecen, hacen en lanzamiento y ya está. Sin embargo, hay otros que son unos vituosos y son capaces de sentir lo que hacen. El entrenador debe ir amoldándose a las características del deportista y buscar una comunicación acorde a la personalidad de cada uno. Quizá sea lo más difícil de esto, crear esa comunicación para transmitir las correcciones, dentro del idioma de cada uno, en función de sus capacidades.

En lo personal, ¿cómo se definiría como entrenadora?

-Creo que soy bastante constante, disfruto con lo que hago. Me gusta mucho estar ahí transmitiendo a lo más jovenes. Procuro ser muy realista, entender en que situación estamos, buscar objetivos importantes, pero con los pies en el suelo. Supongo que cada uno de mis alumnos me verá de una manera diferente.

¿Cómo compagina los entrenamientos con las labores de casa?

-Tengo dos niñas de 11 y 15 años y cuesta. La familia también tiene sus necesidades. Ahora en esta etapa mis hijas comienzan a ser un poco más independientes y yo me voy encontrando un poco más cómoda Ellas también son deportistas con lo cual nos entendemos mejor. Afortunadamente lo llevo bien. Mi marido es entrenador, en casa tenemos un hambiente deportivo y nos congeniamos muy bien.

¿Cómo valora la labor de la Federación española de atletismo?

-Como entrenadora no me puedo quejar. Dentro del sector de lanzamientos me sentí muy respaldada, desde el principio confiaron en mi, me tuvieron en cuenta para ir trabajando desde las categorías inferiores.