pamplona - No es una zona VIP, es una necesidad es el lema elegido para la campaña que el Ayuntamiento y la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Navarra (Cocemfe) van a poner en marcha para concienciar sobre el respeto a las plazas de aparcamiento reservadas a las personas con discapacidad y el buen uso de las tarjetas que habilitan para su utilización.

Aunque los datos apuntan a una ligera reducción de las denuncias tramitadas por este asunto (en 2018 se denunció a 383 personas y se retiraron 126 tarjetas por mal uso, frente a las 405 denuncias de 2017), los afectados consideran que las infracciones son muy habituales y que en algunas ocasiones deben hacer frente a conductores que se molestan si son advertidos de su infracción.

vinilos La concejala delegada de Seguridad Ciudadana, Itziar Gómez, y el presidente de Cocemfe Navarra, Manuel Arellano, presentaron ayer la iniciativa, que incluye la colocación de unos vinilos de más de un metro de diámetro, con forma de cómic, en 40 plazas. Se trata de una campaña básicamente informativa, aunque se reforzará la vigilancia por parte de la Policía Municipal, apelando a la conciencia ciudadana para que se eviten usos y comportamiento incívicos, que conllevan sanciones en forma de multa económica y sobre todo un perjuicio para las personas que verdaderamente necesitan esas plazas. “Si alguien observa una infracción hay que ponerse en contacto con el 092 y que la Policía Municipal movilice a la patrulla más cercana”, dijo la concejala.

La utilización de una plaza reservada por un vehículo no autorizado conlleva una multa de 200 euros y la retirada del vehículo con la grúa. En el caso de un uso incorrecto de la tarjeta, la multa asciende a 500 euros y la retirada de la tarjeta. En determinados supuestos -como que la persona titular hubiera fallecido o se haya llevado a cabo una manipulación de datos (falsedad documental)- ese mal uso de la tarjeta se puede tramitar por vía judicial.

Para las personas con discapacidad, encontrarse con una plaza ocupada por un conductor infractor supone un inconveniente que no todos son capaces de percibir. “Por lo general suelo dar una vuelta a la manzana para ver si mientras tanto deja la plaza libre, pero nunca se sabe. Hay veces que no hay forma de aparcar”, comentó Jesús María Caballero.

Por su parte, Manuel Arellano agradeció la disposición del Ayuntamiento ante cualquier sugerencia y consideró suficientes las plazas disponibles, 600 plazas reservadas y señalizadas, 386 de ellas en superficie, distribuidas por todos los barrios. Hay 4.101 tarjetas para poder aparcar en estas plazas reservadas.