El valle de Esteribar es un municipio que alberga dos mundos diferentes: los pequeños municipios y concejos del valle, y la urbanización de Olloki, muy próxima a Pamplona, que ha duplicado la población de Esteribar desde comienzos de las década de los 2000 hasta hoy. “No tienen nada que ver, Errea por ejemplo es un pueblo pirenaico y Olloki supone el 40% de la población y tiene villavesa cada hora”, refleja la alcaldesa Matilde Añón Beamonte.

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Mientras el transporte urbano llega a la urbanización, por el resto del valle solo pasa un autobús diario que parte de Eugi y para en los pueblos que están junto a la carretera principal.

Con estas problemáticas tan diferenciadas, Añón ve en las posibles y futuras ventas de Zai y Belzunegui una vía de futuro. “Aunque aún sea incierta es una oportunidad para el valle”, expresa la alcaldesa, aludiendo a la población envejecida de pueblos cercanos como Errea o Ilurdotz, que en 2020 registraron 15 y 68 habitantes respectivamente. “Es una población mayoritariamente envejecida”, expresa.

Como proyecto de futuro, Esteribar alcanzó un acuerdo con la empresa tecnológica navarra KudeaGo para implantar en el valle un sistema de compartir coche. “Funciona a través de una app, registras el viaje y permite compartir desplazamientos”, resume Añón, expresando a la vez que la iniciativa ya está en marcha, aunque trabajan por ampliar la difusión entre la población.

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Taxi a demanda Otro proyecto en órbita un acuerdo con la empresa Teletaxi San Fermín para implantar un servicio de transporte. “Queremos que llegue a todas partes y no solo a los que están junto a la carretera”, recoge Añón. Desde la oposición, Mikel Gastesi (EH Bildu) espera un proyecto trabajado y que sea efectivo para sectores de la población como el infanto-juvenil o la tercera edad.

La alcaldesa explica también que están inmersos en conversaciones con Nasuvinsa para financiar rehabilitaciones de viviendas destinadas a alquiler con el fin de fijar población o en la elaboración de un diagnóstico de juventud.