Está a punto de cumplir 31 años y, cuenta, “me he lanzado a la piscina”. Y es que, aunque le habían dicho que emprender no era tarea sencilla, ha decidido hacerlo en su pueblo, en Peralta. Andrea Ricarte Osés, con cautela y nerviosismo, pero con mucha ilusión y determinación, acaba de abrir su propia floristería, Ríos de Flores, en la Avenida de la Paz nº 34, un sector, asegura, “algo envejecido al que quiero darle un aire nuevo y diferente”.

Andrea estudió bachillerato de Artes y después hizo el grado de Producción Agroecológica que hay en el IES Ribera del Arga de Peralta. Amante de las flores desde pequeña gracias en parte a la afición de su madre, Silvia Osés, acabó trabajando cuatro años en una floristería, una experiencia, explica, en la que también se acercó al mundo de los viveros y gracias a la que descubrió su auténtica vocación.

Al principio estuvo a punto de aceptar un traspaso de un negocio ya en marcha, pero al final esa apuesta no salió adelante. “La verdad es que ya me había hecho ilusiones y estaba concienciada y segura de querer mi propio negocio por lo que me dije por qué no, y me lancé; por probar que no quede”. Y, aunque no fue un camino de rosas, al final lo ha conseguido. “Al principio dudé si ubicarme en Peralta o Lodosa, pero en esta última localidad me conocen menos y en Peralta iba a ser más fácil arrancar. Emprender no ha sido nada fácil. Para empezar, hay que buscar un local; hay pocos y los que hay, son caros, y además quería alejarme un poco del casco viejo. En la actualidad sigo de papeleos; te ves muy verde y sin ayuda. Estamos poco asesorados y, además, de primeras todo es pagar. Sin embargo, he apostado por esto y tengo las expectativas muy altas”.

El nombre elegido para el negocio viene de sus apellidos RI (carte) Os (és) y, en cuanto al dibujo, “es una hoja de la areca, que ahora hay un boom y gusta mucho. Además, el logo hace una especie de semicírculo como el arco de la tienda, que creo que es algo característico”.

El logo de la nueva tienda

El logo de la nueva tienda María San Gil

La inauguración

La puesta de largo fue el 1 de mayo, aprovechando el tirón del Día de la Madre y las comuniones del mes. “La apertura fue una locura, pero bendita locura. Vino mucha gente e incluso hubo quienes se tuvieron que quedar en la calle y encima empezó a granizar, pero no lo voy a tomar como un mal presagio”, ríe. “Estoy muy contenta porque el feedback fue muy bueno”. 

En la tienda se pueden encontrar desde los productos clásicos de una floristería como son la rosa, la margarita o el lirio hasta paniculata arco iris, claveles jaspeados o girasoles. También tiene flores de ganchillo “para quienes tienen un poco de peor mano” y plantas de eucalipto, plantas carnívoras o coronas para adornar paredes y puertas. Además, y como algo diferencial, destaca los cuadros que ella misma crea; va al campo, coge flores, las prensa, las seca y después realiza composiciones. “Ahora no me planteo grandes metas; el mayor reto es darme a conocer; que confíen en mí y en mi trabajo. Además, si alguien tiene una idea, puede venir a hablarla conmigo sin compromiso y veremos qué se puede hacer. Y si en tienda no hay algo, se puede conseguir”. 

Algunos de los cuadros que la peraltesa confecciona manualmente María San Gil

Aunque cree que este sector no está tan amenazado por Internet como otros, asegura que tiene que estar en constante formación. “Tengo mucha curiosidad y siempre estoy leyendo e investigando, pero también he hecho y seguiré haciendo muchos cursos; hay que estar activa y renovándote porque cambian las modas, los colores, los diseños, los estilos, etc”. 

De momento, cuenta, abre el local de lunes a viernes de 9.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, y los sábados, de 10.00 a 13.30 horas, pero también está disponible en el teléfono 697769587 y en el correo andrea@riosdeflores.com cuando surge cualquier imprevisto. Además, y aunque no tiene página web, sí que se pueden ver sus trabajos a través de las redes sociales; Facebook (Rios de Flores) e Instagram (@rios_deflores).

Mundo rural vivo

El hecho de quedarse en un municipio rural y no irse a una ciudad donde, a priori, podría tener más posibilidades de éxito, es algo que a Andrea no le preocupa. “El hecho de quedarme a vivir en Peralta no es algo que me lo haya planteado, así como tampoco el irme; ha surgido así. Soy una persona que vive un poco el día a día y que coge las cosas conforme van surgiendo. Aquí se está muy bien; tengo a la familia y a mis amigos cerca. Además, Peralta no es una localidad pequeña y tienes todos los servicios al alcance de la mano”. 

Ella, que apuesta por las composiciones más naturales y con movimiento que aportan, por ejemplo, las plantas silvestres, se adapta, eso sí, a los gustos de la clientela. “Solo me queda agradecer el apoyo de mi madre y hermanos (Susana, Maite y Javier), así como el de mi pareja Iosu García y el de mis amigos, que me han ayudado mucho”.