El Ayuntamiento de Tudela gastará 39.800 euros en pagar a la empresa Servicios Integrales Verdes, por la mejora del césped y del terreno de juego del estadio municipal Nelson Mandela. Así lo aprobó ayer en Junta de Gobierno. Esta aprobación significa que el equipo de gobierno de UPN no exigirá a la empresa Mondo Ibérica, adjudicataria de las obras de remodelación del estadio Nelson Mandela. Por contra, serán las arcas municipales las que vuelvan a pagar esta obra pese a que la exigencia inicial, según anunció el alcalde Toquero, era que dejaran las pistas de atletismo y campo de rugby preparados para ser homologados.
Las obras se adjudicaron en 760.531 euros, de los que 400.000 procedían del Gobierno de Navarra y 360.000 euros del Ayuntamiento de Tudela a los que habrá que añadir otros 40.000. Dentro de estas cantidades falta sumar también lo que haya que hacer para arreglar las pistas de atletismo hasta dejarlas aptas para ser homologadas.
En la presentación del proyecto, tanto el Ayuntamiento como los responsables de la empresa señalaron que las nuevas instalaciones, una vez reformadas, permitirían que “se puedan disputar pruebas oficiales regionales al estar homologado tanto de atletismo como de rugby (lo máximo hasta sub18, aunque con un pequeño arreglo puntual también permitirá de categoría nacional e internacional)”. Sin embargo en las circunstancias actuales ni siquiera se puede emplear para entrenar y será difícil que veteranos o junior puedan disputar encuentros por el estado en que se encuentra, pero también por las dimensiones. Para estar homologado, el Consejo Superior de Deportes hablaba en 2016 de que debe tener unas dimensiones de 100x60 metros para equipos de entre 12 y 14 años de edad (con 5 metros de zona de marca y otros 5 metros en los laterales) y pensando en otras categorías deberían ser de 100x70 metros.
Las obras se entregaron el pasado mes de diciembre y en abril responsables del club Gigantes de Navarra Rugby señalaron que “el campo está en peores condiciones que antes de las obras. Eso está claro, estamos peor que antes. Da la impresión de que la obra no está bien terminada”. Calvas tapadas con arena, arquetas de riego dentro del terreno de juego, raíces de chopos cercanos que asoman peligrosas en medio del terreno de juego (incluso con brotes), diferencia de niveles en la tierra y numerosos agujeros dificultan incluso que puedan entrenar en el campo de rugby. Los trabajos debían haber terminado en octubre pero lo hicieron en diciembre cuando el Ayuntamiento los dio por terminados y recibidos.
En el proyecto que salió a licitación no se hacía referencia a ninguna actuación en el campo y solo se señalaban los diversos trabajos que se iba a acometer en las pistas de atletismo (tampoco homologada). No en vano se denomina Proyecto de renovación de pista de atletismo y en la descripción se señala que “el programa de necesidades consiste en la recuperación de la pista y reordenación de las distintas modalidades, así como el marcaje del campo de rugby para optimizar el espacio disponible”.