La casa de cultura Diego de Estella acogió el preestreno de Todos los Sabían, un documental sobre la pederastia y los abusos en centros religiosos recién salido del horno de la realizadora navarra, Iratxe Pérez Barandalla que ha ido gestando a lo largo de los último cuatro años. Testimonios de decenas de protagonistas que siendo niños y niñas vivieron en sus propias carnes la violencia y los abusos sexuales.
El rodaje arrancó en Tierra Estella ya en 2020, un invierno en el que la tormenta Filomena congelaba toda la Península, un frió sepulcral que se transmitió también a la lenta evolución narrativa de cientos de historias encriptadas y muchas veces olvidadas que ya son una realidad.
Así, las primeras escenas se grabaron en Urbasa, pero el resto del material que se fue materializando desde la recuperación fotográfica, biográfica y mirando de reojo también las leyes que surgirían del Parlamento de Navarra, Madrid, Bruselas o Estrasburgo; y soportando el silencio y la ocultación de protagonistas tan necesarios como algunos estamentos eclesiales.
98 MINUTOS
El resultado es un filme de 98 minutos que verá la luz “en marzo o abril. Esto es una producción independiente; nos ha costado muchísimo conseguir financiación”, aseguraba la realizadora Iratxe Pérez. “No han querido entrar ni televisiones ni plataformas, entonces no tenemos mucho presupuesto por lo que no vamos a poder hacer campañas de publicidad como las que hacen las grandes producciones. Esta es una producción pequeña e independiente que parte de la propia asociación de víctimas”.
Un filme que pretende recoger el testimonio de varias de las víctimas de los abusos en centros religiosos; que ahonda en las diferentes soluciones que se están dando en ámbitos y países variados, además de dar a conocer unas historias que avanzan de lo personal hacia lo universal.
“Al principio pensamos que podría ser de unos 10 o 15 minutos”, aseguró Jesús Zudarie de la Asociación de Víctimas de Abusos en el Seno de la Iglesia, que se pusieron en contacto para ello con la realizadora. Aquí arrancaron también los trabajos de financiación que no tuvieron éxito en su vertiente privada pero que en la pública: “ha sido todo lo contrario: el Gobierno de Navarra nos ha apoyado desde un principio con diferentes ayudas, también ayuntamientos como el de Estella-Lizarra, Pamplona, Puente la Reina, Villava, entre otros”. Así mismo, destacó Iratxe el apoyo ofrecido por algunos medios de comunicación como DIARIO DE NOTICIAS, El País, Cadena Ser y Navarra Televisión “que nos han cedido imágenes, su hemeroteca y testimonios”.
Entre los asistentes al preestreno estaban también varios de sus protagonistas como Peio Senosiáin: “A mi me ha gustado el documental porque recoge el dolor de muchas personas en diversos centros religiosos que luego han generado secuelas muchas veces irreparables”.
La realizadora aseguró que ha evitado el amarillismo “queríamos centrarnos sobre todo en las consecuencias de aquellos abusos, ya que no se quedan en un hecho puntual en la infancia si no que, en muchos casos, tienen muchísimas consecuencias que se enumeran en el filme”. También el documental afronta otras lecturas, entre ellas, las políticas. “Una cosa que se cuenta es que por mucho que se avance y mientras exista el Concordato con la Iglesia y no estén obligados a que exista esta especie de secreto de sumario entre dos estados y no tengan la obligación de colaborar con la justicia, todo esto les sigue haciendo sentirse impunes”.
También recoge otras vías como la trabajada por la Fundación Suiza y que analiza por qué en unos estados “esté costando más y en otros menos” encontrar una solución consensuada al tema de los abusos. Incluso recoge cómo algunas diócesis sí están respondiendo “aunque la gran mayoría todavía no lo hacen”, aseguró la realizadora.
En este sentido, avanzó que “es importante ir de la mano” como está ocurriendo en países como Alemania, donde la solución no ha sido la confrontación si no la negociación. Para Iratxe, es un tema muy complejo en el que “hay muchas lecturas y las víctimas son muy heterogéneas”.
Víctimas y delincuentes En el breve debate posterior al preestreno, alguna de las víctimas habló de soluciones para estos casos, como Juan Arbizu, que hoy ya es abuelo: “Si los Gobiernos no tienen clara su responsabilidad para que se avance en la educación sexual en la infancia, seguiremos estando perdidos”.
En este sentido, Iratxe Pérez destacó la importancia que el filme ofrece sobre la prevención “es muy importante qué hacer para que estos abusos no sigan sucediendo. Por eso hemos tenido claro que debíamos poner el foco en la víctimas”.
Con todo, reconoció que la realidad es que actualmente siguen apareciendo casos de pederastia en colegios y en todos los ámbitos. “Evitarlos es muy difícil pero a través de los protocolos tenemos que conseguir que, por lo menos, se detecten a tiempo para que las consecuencias no se extiendan en el tiempo”.
Fernando Ronkal es otra de las víctimas de las que vivieron aquellos hechos denunciados en Todos lo Sabían: “Lo que hicieron aquellos abusadores no es pecado, es delito, por eso cada día que pasa es más vergonzoso el Concordato del Estado con la Iglesia”.
“Lo que pasó en el colegio del Puy en Estella o en los Reparadores de Puente la Reina es una problema descomunal y es el que afrontamos en nuestro filme”, aseguró Iratxe Pérez que reconoció que se han ido quedando algunas “cosas fuera y las que hemos utilizado creemos que son imprescindibles para entender el tema. Son 98 minutos que podrían ser más de 5 horas”. Insistió también sobre la importancia de que funcione el boca a boca para que la gente se interese por este documental. “Todavía no se sabe la fecha de estreno que estará sobre marzo o abril, pero lo que sí esperamos es que a quienes les guste nos ayuden en su difusión como puedan, a través de los grupos de WhatsApp... y lo importante es que la gente vaya al cine a verla porque con eso conseguiremos que nos mantengan más días en cartelera y que lleguemos a más público que, al final, es lo que queremos: que estos abusos se conozcan, que se hable de ello y que no queden impunes”.