La nueva puerta de San Miguel de Aralar entró el viernes en Navarra por el alto de Lizarrusti, la quinta etapa de una peregrinación que volvió a mostrar el arraigo del Arcángel, con una treintena de personas que acompañaron a la comitiva desde el principio. Se incorporaron muchas más en Etxarri Aranatz, final del recorrido . Además, era el día del patrón de esta localidad, San Kiriko.
Anunciado por las campanas de la parroquia, el carro tirado por bueyes hizo una primera parada en el exterior de la iglesia, donde fue recibido con las voces del coro parroquial, que cantaron Migel, Migel Gurea. De allí se dirigió hacia el Ayuntamiento y a la sombra, se pudo ver de cerca la nueva puerta y a los bueyes, Gorri y Txulo de unos 650 kilos de peso cada uno, que dejaron su carga antes de entrar al remolque destino a Errenteria.
En la tarea se turnan Tanke y Txato, la otra pareja de bueyes de Jesús y Aitor Matxain. “No están acostumbrados a andar pero se han portado bien”, contaba Aitor. La última, la subida a Aralar, 10,7 kilómetros con fuertes pendientes. “Iremos viendo, con cuestas van más rápido. Algún cacho irán en el remolque” avanzó. Y es que para que descansen, hay algunos tramos en los animales van sobre ruedas y un todoterreno se encarga de tirar del carro. Fue el caso de esta quinta etapa, que volvió a apretar el calor con el mercurio rozando los 30º.
“La experiencia es hermosa, la alegría de la gente. Está siendo muy bonito”, contaba Alfonso Garciandía, capellán de San Miguel, que participa en este peregrinaje desde el lunes, cuando la puerta salió de Albaola Itsas Kultur Faktoria, en Pasaia, rumbo a Aralar, 86 kilómetros en total. De hecho, este viaje también es motivo de encuentro con fieles en pueblos con una fuerte devoción al Arcángel, a las que se suman otras personas por curiosidad; una iniciativa que ha convertido un acto vandálico en una respuesta colectiva.
“Es algo constructivo por lo que el 99% de las personas se alegran. Creo que la meta no es llevar la puerta sino el camino que hemos marcado, de colaboración y de construcción. Esto solo es el comienzo”, señaló Garciandía, que también ejerció de txistulari junto con su tío, Rafa Goñi y su hermano Xabier con el atabal. A la sombra, y sentado, le sustituyó un rato su padre, Venancio, de 91 años.
Últimas etapas de una semana intensa
El sábado será la sexta etapa, hasta Uharte Arakil, pasando por Arbizu, a las 9.45 horas, Lakuntza, 10.15 horas y Arruazu, 11.00 horas, para finalizar en Uharte Arakil al mediodía. El domingo se saldrá a las 9.00 horas hacia el santuario. Ya en lo alto de Aralar, al mediodía será la bienvenida y una eucaristía. Hacia las 13.30 horas se llevará a cabo la bendición de la ermita de la Trinidad, recién restaurada, y de la nueva puerta. El encuentro finalizará en un ambiente festivo, con un pintxo popular y euskal dantzak.