- La accesibilidad, el respeto del patrimonio y el cuidado de la escuela pública rural fueron tres aspectos que se destacaron ayer en la presentación del proyecto del futuro colegio Las Améscoas de Zudaire. Unas obras de rehabilitación en las que se invertirán 3.534.525 de euros y para las que ha sido necesaria en primer termino la donación del edificio por parte de la Fundación Caja Navarra, que ahora pasarán a ser propiedad del ayuntamiento de Améscoa Baja.

Los trabajos comenzarán este mismo verano tras el acuerdo de colaboración que ayer fue renovado y que suscribieron tanto el ayuntamiento y la fundación, como la consejería de Educación del Gobierno foral. El propio edifico del colegio fue el escenario de la firma a la que asistió el consejero de Educación, Carlos Gimeno, la alcaldesa del Valle Améscoa Baja, Estíbaliz Erdocia, y el presidente de la Fundación Caja Navarra, Javier Miranda, en calidad este último, de representante del patronato que decidió la donación del edificio a la entidad local. Con la firma de ayer se modifica un acuerdo anterior suscrito en 2019 y que debido a la complejidad del proyecto había que revisar “para dejar este centro en perfectas condiciones y para que la licitación se cubra”, aseguró el director de infraestructuras del departamento de Educación, Eneko Ardaiz.

Con la rehabilitación del edificio que fue levantado en 1934 bajo la supervisión y los planos de arquitecto Víctor Eusa, se pretende adaptar “todos los espacios necesarios para el colegio público dotándolos de las infraestructuras necesarias para una pedagogía acorde con los nuevos tiempos” señaló el consejero de Educación, para quien se cumplen “por primera vez, que los criterios de actuación son públicos en este proyecto y los puede ver todo el mundo”. “El centro de Zudaire cumple con todos los requisitos para que se actúe en él” finalizó el consejero.

Desde el ayuntamiento de Améscoa Baja -que actúa en representación del resto de las entidades locales del Valle (Eulate, Aranarache y Larraona)-, su alcaldesa Estibaliz Erdocia, aseguró que “es muy importante para nosotros que se apueste por esta rehabilitación; necesitamos mantener la cohesión y seguir haciendo valle. Es vital que, por lo menos, consigamos mantener la población en Améscoa”. Otro de los protagonistas del acto fue Javier Miranda, de la Fundación Caja Navarra, a la que ha pertenecido el edificio que ahora cede su propiedad al ayuntamiento de Améscoa Baja, “esto confirma nuestro papel como motor en la educación”. “Por un lado por nuestra apuesta por el trabajo conjunto con las entidades locales, además de conseguir la accesibilidad y, a través de esta, también conseguir la inclusión. Que el proyecto siga aquí y que cumpla su papel en este entorno”, finalizó Javier Miranda.

Por otra parte, el proyecto ha sido diseñado y redactado por Juan Miguel Ochotorena Elicegui y WARQS Oficina de Arquitectura S.L.P. Sus responsables destacaron la importancia de adaptar el proyecto a la obligación de no modificar el edificio de Eusa.

En principio se espera que tras la licitación los trabajos comiencen este mismo mes de julio y que se encuentren finalizados en una año “lo que nos permitirá hacer el equipamiento en el verano y que todo esté preparado para el inicio del 2022-2023”, comentó Eneko Ardaiz, quien destacó que la gran complicación será ver “cómo se alternan las obras con el normal desarrollo de las actividades en el colegio”.

En este sentido se expresaba la directora del centro, Oihana Etxarte, quien auguraba un curso complicado de organizar “pero que cuando dé comienzo seguro que será todo más sencillo con la creación de clases burbuja que nos permitan aislar la educación de las obras”. Actualmente, el centro acoge a 68 alumnos y alumnas aunque Etxarte reconoció que para el que viene “saldrán nueve estudiantes y solo ingresarán cuatro”. Un ejemplo de los efectos de la despoblación, un mal que afecta de lleno a esta parte de Tierra Estella.