El Centro de Día Carmen Uguet de Resayre, de Ablitas, prevé abrir sus puerta el próximo mes de abril de 2021 ("si todo va bien"), con una capacidad para 30 personas y con numerosos servicios no sólo para esta localidad ribera (preferentemente) sino para todo el entorno ya que está abierto a poblaciones cercanas como Cascante, Tulebras, Barillas o Monteagudo. Se hará así realidad el sueño de esta mujer ablitera que falleció en 1991 y en su testamento dejó una amplia herencia para la creación de una Fundación que dedicara su patrimonio al cuidado de ancianos "desamparados".

Una vez terminadas las obras del edificio (de algo más de 400 metros cuadrados), queda aún por recibir e instalar el mobiliario de todas las dependencias, desde la cocina, hasta la sala de fisioterapia o gimnasio pasando por la sala polivalente, algo que se espera suceda en enero.

El coste final del proyecto, diseñado por los arquitectos Javier Asiain y Alberto Izco ascenderá a unos 700.000 euros. Los pasos que quedan para poder culminar la apertura en abril son la licencia de apertura del Ayuntamiento, la autorización para su funcionamiento a Bienestar Social del Gobierno de Navarra y establecer, junto al Ejecutivo, las condiciones del funcionamiento para que sea concertada.

Uno de los principales objetivos de los responsables de la Fundación Carmen Uguet de Resayre, nombrados en su día por esta ablitera, era que el centro funcionara "de forma excelente" y que fuera "sostenible para que perdure en el tiempo", algo que se ha conseguido puesto que lo será si cuenta con la atención de 20 ancianos (su capacidad es de 30). El funcionamiento del centro se prevé desde primera hora de la mañana hasta las 17.00 horas ofreciendo desayuno, comida y me rienda.

En este tiempo ofrecerá servicios de comedor, lavandería y planchado, baño geriátrico, apoyo en actividades de la vida cotidiana, promoción del envejecimiento saludable, apoyo a las familias, transporte en vehículos adaptados, fisioterapeuta, logopeda, podología, recuperación neurológica y psicología. Según ha decidido la Fundación, la empresa que gestionará el Centro de Día será Lares Navarra que es quien seleccionará al personal. casi 20 años

Los trabajos comenzaron el pasado 1 de marzo, pero debido al estado de alarma, las obras se paralizaron y no se pudieron retomar hasta el día 14 de abril.

Las gestiones para, siguiendo el testamento, ofrecer un lugar donde poder ayudar a ancianos "desamparados" comenzaron en 2003. Entonces se firmó un acuerdo con el Gobierno de Navarra (La consejera García Malo) para lo que fue la vivienda de Carmen Uguet de Resayre destinarla a residencia con un proyecto pagado para 25 habitaciones, 3.400 metros cuadrados y un presupuesto de 2,4 millones de euros. Tras la firma de un acuerdo con el Gobierno de UPN para acometerlo al 50%, al poco tiempo el Ejecutivo abandonó la idea y el Ayuntamiento hizo lo mismo hasta dejarlo morir.

Gracias a que en el convenio había una cláusula por la que a los 5 años si el Gobierno de Navarra no había hecho nada el edificio revertía a la Fundación, ésta tomó la decisión en 2009 de derruir el edificio ante su abandono y peligro de hundimiento.

La llegada de Cecilio Antón al Consistorio reactivó los contactos y se llegó a un nuevo acuerdo para la construcción de un Centro de Día en unos terrenos que cedió el Ayuntamiento durante 40 años.

La Fundación se encargaría de la construcción del centro y también del traslado de un parque infantil que estaba emplazado en esos terrenos cedidos por el Ayuntamiento.

La intención de acometer este Centro e Día respondía también ante la situación de Ablitas, residencia de la propietaria, que es una de las localidades con mayor cifra de personas mayores de 65 años de Navarra (más de 300) y también con unas rentas más bajas.

Con lupa

Generosidad. Este centro es una "muestra de generosidad" de esta mujer que vivía entre Barcelona y Ablitas y a la que recuerdan con "una gran cultura y una gran preocupación religiosa".

Asistencia. En su testamento figuraba "las necesidades intelectuales y físicas de los ancianos desamparados, con preferencia a los de Ablitas, asistiéndoles y atendiéndoles con amplio objetivo de caridad y auxilio. Suministrándoles comida, auxilios económicos y medicinas, dándoles asilo pleno, fomentar su formación moral e intelectual, ingresos en clínicas y procurar entierros y funerales dignos".

El escudo. Como elemento de recuerdo, el centro tiene el arco de entrada al antiguo palacio de los Uguet de Resayre, con su escudo y lleva el nombre de Carmen Uguet de Resayre.