Hace algunos días nos despertamos con la noticia del fallecimiento de D. Rafael Gurrea, ex vicepresidente de Navarra, ex presidente del Parlamento y político de gran trayectoria. No es que tuviera una gran amistad con él o que nuestra relación fuera cercana, sin embargo lo sentí por dos razones fundamentales: Primero como navarro, pues defendió esta identidad durante toda su vida y se prodigó por todos los pueblos de Navarra, por pequeños que fueran, para dejarlo claro. Amaba Navarra, sus tradiciones, su diversidad y fue impulsor de la Policía Foral, cuerpo al que me consta quería y apreciaba muchísimo. Segundo como miembro del Frontón de Tudela puesto que apoyó a la Sociedad en sus momentos más tensos, buscando una solución negociada con el Ayuntamiento que nunca se logró llevar a cabo.

Ante los problemas con el Consistorio en el 2001 la Junta Directiva, en nombre de sus 3000 socios, buscó la mediación del Gobierno de Navarra para prorrogar el convenio existente con el Muy Ilustre y D. Rafael Gurrea respondió en una carta, que aún guardo, intentando mediar, prorrogar el convenio unos años más y buscando un entendimiento entre ambas partes.

Tras recibirla, se le llamó para saber si la carta se podía hacer pública y D. Rafael nos manifestó que había escrito esas líneas sabiendo lo que decía y dando su opinión, con lo que en efecto dejaba en nuestras manos, la decisión de hacerlo.

Este hecho, esta implicación en un tema tan enquistado, hizo que mi respeto y aprecio hacia esta persona, a la que apenas conocía y a la que había visto en persona un par de veces, creciera exponencialmente. Desde ese año, comencé a felicitarle las Navidades y D. Rafael a hacer lo propio. Esta relación de misivas ha durado hasta este año. Tengo que decir que para mí, ha sido un verdadero honor, recibir cada año su felicitación y una gozada escribirla yo.

Por todo ello, he sentido mucho su fallecimiento y tras pensarlo mucho, he decidido escribir estas pocas líneas para homenajear a una persona tan dialogante y tan comprometida con los navarros y navarras. Es esta época en que el dialogo en la política brilla por su ausencia, se echa de menos a políticos que piensan que el intentar llegar a acuerdos, es fundamental. D.E.P.