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El sueño de la remera vasca Izaskun Etxaniz, su última bala antes de los 30

A sus 26 años, la deportista del club Raspas Arraun de Getxo gasta su última bala para poder participar en Los Ángeles 2028

El sueño de la remera vasca Izaskun Etxaniz, su última bala antes de los 30Cedida

Cuando era pequeña, hacía karate. Desde los cinco a los diez años estuvo practicando artes marciales y no se le daba nada mal. Hasta que un día se apuntó a un cursillo de multideporte y probó con el remo, una disciplina deportiva en la que, empujada por su físico, también vio que se manejaba con soltura. “Tenía el cuerpo muy desarrollado para mi edad”, recuerda Izaskun Etxaniz (Santurtzi, 1998). Quince años después de subirse por primera vez a una embarcación, el remo es literalmente su vida. La remera del club Raspas Arraun de Getxo vive desde el año 2021 en las instalaciones del Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de Remo de Banyoles (Girona), donde entrena una media de unas seis o siete horas diarias repartidas en dos o tres sesiones por jornada. 

Solo libra los domingos, que aprovecha para dar un paseo o comer por ahí con sus compañeros. Nada de fiestas bulliciosas ni música hasta las tantas. Durante las vacaciones de verano y las navidades, Izaskun regresa a Bizkaia y se reúne con los suyos. Allí, asegura, continúa remando en las aguas de la ría de Bilbao. Alguna vez viaja por placer. No queda mucho espacio para el ocio en la vida de esta joven licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Deusto que, no por casualidad, tiene tatuadas en los tobillos dos de sus palabras fetiche: indarra y kemena. “Son las palabras que me representan”, dice al ser preguntada por su significado. “La fuerza y la determinación me han llevado a superar momentos difíciles. Porque la vida se construye con fuerza y coraje, sin eso no avanzamos”, remata Izaskun.

Y su vida no es para nada fácil. La Federación Española de Remo cubre los gastos de alojamiento en la residencia mixta catalana donde se alojan unos 20 deportistas profesionales. Al margen de colaboraciones o patrocinios con marcas, ninguno de ellos recibe un salario por su trabajo. Según cuenta, el colectivo de remeros debe conseguir una serie de hitos deportivos para poder obtener unos ingresos mínimos. “La situación es difícil de sobrellevar porque nuestra remuneración depende de que consigamos alcanzar, al menos, el 10º puesto en el Campeonato del Mundo. No tenemos una base económica para poder sostenernos”, lamenta la remera vasca.  

Entre Santurtzi y Getxo 


Clubes. Izaskun Etxaniz empezó remando en su pueblo, en el club Itsasoko Ama Sotera de Santurtzi. En 2022 recibió una oferta del Raspas Arraun de Getxo, su actual club.


Medalla de oro. El pasado febrero las remeras vascas Virginia Díaz, Izaskun Etxaniz, Maialen Mielgo y Esther Briz lograron el primer puesto en la modalidad 4x en el Campeonato de España.

Éxitos deportivos

Su especialidad es el cuatro sin timonel y ha logrado grandes éxitos deportivos. En 2023, por ejemplo, se colgó la medalla de plata en el Campeonato del Mundo de Zagreb (Croacia). Se queda, no obstante, con su paso por el europeo de Bled, en Eslovenia: “Nadie esperaba demasiado de nosotras y fuimos capaces de ganarnos un puesto en la final”, afirma. A sus 26 años siente que su carrera está en un punto de inflexión. Empieza a preguntarse cosas, a mirar el futuro, a pensar en lo que hará cuando ya no pueda rendir al máximo nivel y tenga que dedicarse a otra actividad. 

Se está formando. Ha compaginado las largas sesiones de entrenamiento con dos estudios de posgrado a distancia: el Máster en Alto Rendimiento Deportivo por la UCAM y también se ha especializado en el ámbito digital. En un futuro, le gustaría continuar estando involucrada en un centro de alto rendimiento deportivo, a poder ser dedicado al remo, en el que podría formar a los deportistas y evaluar su trabajo. Pero antes sueña con participar en unos Juegos Olímpicos. La mirilla está fija en la misma dirección: Los Ángeles 2028. Es su última bala antes de los 30 años. Dos palabras: fuerza y determinación. “Todos mis pensamientos están enfocados en cumplir el sueño de esa niña pequeña que ya pensaba en ir a las olimpiadas”, culmina.