Sergio Herrera es la viva imagen de la ilusión navideña. El guardameta rojillo se puso un reto cuando se lesionó, estar sano para 2019. Lo ha conseguido y ahora solo le queda “la adaptación” y que Arrasate le dé la alternativa en la portería para completar su vuelta a los terrenos de juego.

“La única fecha que me puse era estar bien para 2019. El proceso de recuperación ha sido correcto y el tiempo perfecto. No tengo ninguna molestia, estoy perfecto. No tengo ningún miedo a recaer al no tener ninguna sensación de inestabilidad en la rodilla. A trabajar y a volver cuanto antes”, así se muestra un Sergio Herrera siempre optimista que ha querido darle la vuelta a una situación tan complicada como la vivida en los últimos siete meses. “Siempre hay que buscar el lado bueno de las cosas porque esta lesión me ha servido para darme cuenta de muchas cosas que no estaban bien, que tenía muchas carencias en muchos aspectos. Me ha venido bien para mejorarlos, corregirlos. Estoy orgulloso de haber podido salir adelante, de poder haberme dado cuenta y de poder haber salido de esta lesión como mejor jugador. Hay cosas de las que cuando estás jugando no te das cuenta”.

Pero Herrera sabe que el guardameta titular, Rubén, está dando buen nivel y que no se lo pondrá nada fácil de cara a volver al once inicial. “Rubén está en un buen momento y eso es bueno para todos. Yo quiero que no se me juzgue por mi pasado, sino por mi presente, por cómo estoy ahora y cómo estoy trabajando. Estoy con ganas de competir, con una competencia sana, esperar mi momento y cuando me toque aprovecharlo”, aseguró el portero de Miranda de Ebro.