PAMPLONA. El estadio de El Sadar se ha convertido en un auténtico fortín. Y es que, a las 14 victorias consecutivas que acumula el conjunto masculino de Osasuna en el vetusto estadio pamplonés, hay que añadir las 3 que ha conseguido en el mismo escenario el primer equipo femenino, que, pese a ganar el pasado domingo al Santa Teresa Badajoz (2-1), se quedó a un gol de remontar la primera de las dos eliminatorias de la fase de ascenso a la Liga Iberdrola, es decir, a la máxima categoría. La cuestión es que Osasuna, ya sea en su versión de hombres o en la de mujeres, sólo conoce la victoria en El Sadar desde que los pupilos de Jagoba Arrasate batieran al Córdoba (3-1) el 13 de octubre del pasado año, fecha en la que comenzó la espectacular racha de 17 victorias consecutivas contabilizando los resultados de rojillos y rojillas.

En el caso de los chicos, además de haber solventado con triunfo sus últimos 14 compromisos ligueros como locales es la mejor racha de la historia del equipo en Primera y en Segunda y están a sólo dos de los 16 de la temporada 1974/1975 en Tercera, hay que tener en cuenta que, de los 18 partidos de Liga que han disputado El Sadar, sólo han cedido dos empates. Una barbaridad que, sin ir más lejos, el pasado fin de semana les permitió tener la oportunidad de sellar su regreso matemático a la máxima categoría, algo que se va a repetir este próximo fin de semana eso sí, dependiendo de los resultados de otros partidos. Y en lo referente a las chicas, más de lo mismo: tres actuaciones en el vetusto estadio pamplonés resueltas con sendas victorias por 2-1 ante Eibar, Alavés y Santa Teresa Badajoz. El Sadar es un fortín.