PAMPLONA. Tras darse un baño de masas en la plaza del Ayuntamiento en un acto que tuvo que acelerarse por la excesiva dilación en la presentación de los jugadores, la plantilla en completo, junto con la junta directiva y el cuerpo técnico, puso punto final a los actos de la dilatada jornada de ayer con la visita a la que llegaron con casi media hora de retraso a la capilla de San Fermín, donde se le ofreció el ascenso al copatrón de Pamplona.

Javier Leoz, párroco de San Lorenzo, ofició una ceremonia en la que quiso valorar la gran temporada del equipo en el plano deportivo, agradeciéndoles la visita a la capilla, a la que les invitó para agradecerles la confianza depositada en el patrón. Tras el canto de dos jotas, el presidente Luis Sabalza agradeció al santo la ayuda por "haber logrado el objetivo", y le rogó, como si se tratara de un corredor más: "A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe y nos guarde muchos años en Primera División", algo que luego hicieron también jugadores, párroco y público en una canción.

Tras las palabras del mandatario, los capitanes Oier Sanjurjo y Roberto Torres anudaron el pañuelico rojo a la figura de San Fermín, que luego tuvo la ofrenda de doce rosas rojas por parte del entrenador Jagoba Arrasate y del presidente Luis Sabalza. Como colofón, la iglesia de San Lorenzo entregó a los jugadores y técnicos unos pañuelos rojos con la efigie de San Fermín bordada, para después hacerse la protocolaria foto de recuerdo