pamplona - Osasuna se está moviendo con decisión y contundencia en el mercado de fichajes y Braulio se está mostrando como un brazo ejecutor milimétrico de los designios del entrenador. No cabe duda de que este Osasuna es un equipo de autor en el que se respira ambición y espíritu combativo. Arrasate y Alkiza, el vizcaíno y guipuzcoano, han resultado unos magníficos gestores y entendedores de aquella estrofa que se entonaba en El Sadar y que reclamaba “a por ellos” como actitud. Profundizando, como seña de identidad.

Por el momento, los tres fichajes de Osasuna -la continuidad de Brandon y Rubén García son prolongaciones de estatus- para la próxima temporada en Primera responden a perfiles ofensivos, como si el brinco del escalafón se entendiera por ahora como una ratificación del perfil intrépido y sin miedo del conjunto. Evidentemente, tienen que llegar tipos con perfiles para el anclaje y la cobertura, hombres que anden fieros y serios en labores defensivas, porque hay muchos con bríos para el ataque y no todos miran el retrovisor por igual.

Nadie duda de que Marc Cardona y Chimy Ávila son hombres para el ataque, como precisamente Pervis Estupiñán no resulta un lateral al uso clásico, porque llega un tipo a lo Clerc, de recorrido largo y merodeador del área rival en cuanto se pueda.

A la espera de solventar la situación con Xisco, en la que casi todo el mundo se está tomando su tiempo, Osasuna rastrea en el mercado ahora los perfiles de jugadores que equilibren la apuesta ofensiva que se ha ejecutado con éxito hasta ahora. La dirección deportiva quiere un central -ese zaguero peculiar con querencia y posibilidades para caer en el flanco izquierdo- y también estudia lo que hay en el mercado de medios centros. Si el brío ofensivo y la ambición suenan de maravilla para dibujar un equipo atractivo, la realidad de la Primera División, más que en ningún otro sitio, es que se reclama solidez atrás o, por lo menos, habilidades para no encajar gol. Osasuna ha tanteado la situación del exjugador del Deportivo Domingos Duarte, el central que pertenece al Sporting de Portugal. El Mallorca también le tienta en una clara ejemplificación que hay zonas del mercado reservadas a los que menos manejan.