el equipo - Por lesión (Rubén García) o por decisión táctica (Adrián y Mérida), Arrasate metió tres cambios en la alineación que tenían incidencia directa en el juego. Sin creación en el medio campo, los centrales pasaron aprietos cuando el Granada les obligaba a sacar la pelota y acababan entregándola a pies de un rival. La solución estaba en las bandas, donde Estupiñán y Nacho se multiplicaron. Ocurrió que cuando entraron los jugones no mejoraron al equipo.