si una final de fútbol se jugara entre el 15º y el 32º del ranking, la de Copa sería entre el Alavés y el Rayo; la de la Eurocopa, entre Chipre y Eslovenia; y la de la Champions entre el Chelsea y el Shaktar Donetsk. Algo tan impensable en el fútbol ha vuelto a ocurrir en el tenis femenino, en la final del Abierto de Australia, entre Sofia Kenin y Garbiñe Muguruza. Ya no es que no haya una dominadora en la WTA, sino que parece que se pongan de acuerdo para repartirse los títulos. En los trece Grand Slam desde el de Australia 2017 solo han ganado tres hombres (Nadal, Djokovic y Federer) pero ha habido ¡11 vencedoras! Puestos a elegir, es mucho más divertido, pero resulta llamativo. Cuando Navratilova, Chris Evert o Steffi Graf vean este baile de ganadoras y de sucesión de números uno en el ranking, tienen que flipar.