Pamplona - Bien sabían lo que buscaban. Cinco empleados de la empresa de auditoría BDO desembarcaron en las oficinas de Osasuna a mediados de noviembre de 2014 para realizar un informe complementario de las cuentas y de las salidas de dinero del club que era casi una autopsia forense. Por ello, con el encargo de escrutar y fiscalizar aquellos movimientos de caja o de tesorería, bien de la Fundación Osasuna o bien del propio club, que pudieran resultar sospechosos o injustificados, los auditores de BDO, que ayer declararon en el juicio por los presuntos amaños de Osasuna, detectaron dos principales salidas de dinero del todo irregulares. "Algunas salidas de efectivo de la tesorería no estaban suficientemente justificadas", concluyeron. Así, detallaron que en la temporada 2012-13 existía un pago de 900.000 euros a unos agentes inmobiliarios (Cristina Valencia y Albert Nolla) del que dijeron que solo había un recibí y que dicho trabajo se debía al desarrollo y venta de unos activos de terrenos que Osasuna poseía. "No hay evidencia del servicio prestado", enfatizaron. Y, al contrario de lo que dijo el auditor del club, Adolfo Suárez, dijeron que para ellos el recibí de los inmobiliarios no constituía un contrato. "No había contrato ni ninguna otra documentación. Y el hecho es que esos terrenos no habían sido vendidos ni objeto de ninguna operación". Luego, pidieron al club que enviara una carta de circularización a los inmobiliarios para confirmar que habían efectuado ese trabajo y recibido dicho saldo. "Contestaron (tanto Valencia como Nolla) afirmativamente", alegaron los auditores, que dijeron no haber encontrado rastro de los supuestos 30.000 euros que los inmobiliarios recibieron por su trabajo. Acorde con esta operativa, se habían detraído de las cuentas del club por esas fechas 680.000 euros, pero no hay una salida única de 900.000 euros.

En la temporada 2013-14 lo más relevante fueron unas salidas de dinero que alcanzaban 1.440.000 euros con cargo a tres facturas por labores de scouting de la empresa Flefield, radicada en Madeira. "En ese contrato no se identifica a los firmantes -recordaron-. No obtuvimos evidencia de esos servicios. Y lo que llama la atención es que se pague semejante cantidad de dinero en metálico. No sabemos el destino del dinero, ni la justificación", añadieron. Los auditores detectaron un amplio porcentaje de pagos en metálico a empleados y jugadores del club e igualmente un soporte de gastos inusual que hacía el club sobre gastos de la Fundación. Hasta 12 millones asumía financieramente el club de la contabilidad de la Fundación.

EN JULIO DE 2014

125.000 a Osés. El último pago que se efectúa a Osés, el cuñado del directivo Purroy que prestó 600.000 euros a Osasuna, lo efectuó Ángel Vizcay a finales de julio de 2014. Eran 125.000 euros. La diferencia entre 1.440.000 euros de las facturas de Flefield y 1.565.000 del contrato. Los auditores dijeron no ver ese pago.