el equipo - Del bajo tono general del equipo pueden rescatarse pocas cosas. En la primera parte Fran Mérida quiso siempre la pelota e intentó meter dinamismo al juego, pero se vio penalizado porque los pases acababan computando como pérdidas de balón. Sergio Herrera evitó un tanteo abultado con alguna parada de mérito. Y Oier tiró de amor propio tanto en las disputas como en su intento de chutar a gol para acortar diferencias.