Osasuna se peleó con su puntería y de un interesante ejercicio de asfixia y de su notable presión sobre el primer rival del nuevo campeonato, un Espanyol peligroso y con recursos en los últimos metros, sacó de productivo un punto en su debut en el campeonato. La Liga es un profesor cruel y exigente que en el regreso del nuevo curso ya tiene preparado un examen el primer día y los rojillos, que aprobaron de sobra muchas de las cuestiones sobre el papel -generosidad en el esfuerzo, escenificación de un plan para afrontar el partido, pelea hasta el final-, no dieron la nota suficiente en la prueba de remate. De hecho, no hubo disparo entre los tres palos en los noventa minutos y así llegó esta mediana frustración.

Osasuna ofreció una buena imagen en el retorno a la competición y mostró a los aficionados que regresaron por fin a la grada de El Sadar el vigor de siempre, el de un equipo que nunca se da por vencido y que también ofrece argumentos con los que plantear batalla a su rival. Frente a un buen Espanyol, un contrincante ambicioso y con mucha dinamita en el ataque, a Osasuna le faltó reconducir en los metros finales todo lo bueno gestado un poco más allá. Las prisas del debut, la exigencia del rival, los numerosos detalles que deben pulirse tras la primera jornada jugaron en contra del equipo de Arrasate, desesperado en la banda por la falta de puntería tras mucho trabajo.

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La afición de Osasuna regresa a El Sadar

La primera alineación de Osasuna para esta Liga tuvo el valor del momento. En otros equipos también aportará ese mismo peso, el de la reunión de circunstancias ante el primer test, pero en el caso del grupo que gestiona Arrasate va más allá porque se trata de un entrenador inquieto y repensador para cada rival. Ayer en el Osasuna del debut lo más llamativo estuvo en la presencia de Rubén García como lateral izquierdo, nada nuevo en las posibilidades que brinda este futbolista de recursos y con clase. Quien fue sumado para la causa desde el primer día es Kike García. Los gladiadores nunca sobran en este equipo y el atacante llegado del Eibar es eso y mucho más. Y alrededor de estos dos García se montó Osasuna un inicio de partido intenso y bravo, en donde la presión de los rojillos tuvo al Espanyol arrinconado del juego. Arrinconado hasta que de un balonazo largo del portero, de un toque de cabeza -ya andaba por ahí Raúl De Tomás- y un control adecuado en el borde del área, Embarba dispuso de la ocasión más clara del primer acto, bien resuelta por Sergio Herrera.

Hubo unos momentos de pausa para Osasuna, lo que permitió un cierto equilibrio mediada la primera parte, pero pronto volvió a encenderse el equipo de Arrasate con la turbina de Rubén García, que probó fortuna en un centro chut desde la banda izquierda, y también se buscó el gol tras un córner con barullo e intentona de Moncayola, que se marchó fuera. Al descanso se fueron los dos equipos con las cosas claras y papeles repartidos: Osasuna dispuesto a gastar todo el oxígeno para mandar y proponer desde las bandas, y el Espanyol, agazapado, con más remilgos, soltando chispazos, como el de Raúl de Tomás a un minuto del 45. Nadie tenía motivos para sentirse cómodo ni a salvo.

Y ninguno de los dos estuvo seguro, porque el Espanyol tiró de ambición en apariciones muy peligrosas espoleadas por su atacante de referencia, un delantero que siempre está donde no está nadie -Embarba fue el otro socio en esa faceta-, mientras que Osasuna, superado unos momentos de crisis tras la reanudación, llevó hasta su área a su rival durante muchos minutos y solo se enredó en su propia falta de puntería. Kike García lo tuvo complicado en su remate con acompañamiento de un defensa, pero Nacho Vidal en un par de ocasiones y Javi Martínez en otra oportunidad no tenían más que la oposición del meta rival para buscar la portería, y no hubo modo de hacerlo. Ayer no se vio puerta y la abnegación de Osasuna dejó un sabor amargo porque no se llegó al gol. Afortunadamente hay que mejorar. Es la factura que se paga siempre en los inicios.

5 osasuna

Apostó por una alineación reconocible del Osasuna de los últimos tiempos. Se trabajó mucho, pero no se acertó en el remate.

5

Buena imagen del conjunto catalán en su retorno a Primera, con jugadores muy peligrosos en los últimos metros.

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Debutante en Primera División, el madrileño se complicó el partido con decisiones poco afortunadas. Mal en la señalización de las faltas.