Osasuna arrancó LaLiga Santander con un empate ante el Espanyol en 90 minutos de altibajos en los que Rubén García ocupó el lateral izquierdo, mostrando una buena imagen en una posición no muy habitual para él.El jugador valenciano formó en defensa con Nacho Vidal, Unai García y David García en la primera prueba de la temporada tras un verano en el que Osasuna firmó casi el pleno de victorias, a excepción de la derrota ante el Liverpool.

Jagoba Arrasate sorprendió con la titularidad del futbolista de Xátiva. La última vez que ocupó esa demarcación fue en Anfield. Ese día saltó en el minuto 62 para estirar al equipo y, minutos más tarde, poner un preciso centro que fue aprovechado por Kike García para hacer el 3-1.

García controló a la perfección sus subidas al ataque y los momentos en los que Osasuna requería de sus servicios en defensa cada vez que Raúl de Tomás, Melamed o Wu Lei cogían el balón.

Con Juan Cruz sin ningún tipo de problema, Arrasate decidió dar entrada al talentoso atacante en una posición muy comprometida para alguien acostumbrado a pisar el área rival con bastante asiduidad.

El número 3 rojillo parece que no termina de convencer tras llegar el pasado año a cambio de 2.750.000 euros. Con el fichaje de Cote y la posible llegada, de Manu Sánchez a Pamplona, su protagonismo podría caer en picado viendo las buenas sensaciones que ha dejado el primero de estos durante la pretemporada y el segundo el anterior curso.

A una semana de recibir al Celta en El Sadar, Osasuna cuenta con dos días de descanso antes de comenzar a preparar el segundo choque liguero en el que está por ver quién se hará con el puesto de lateral izquierdo.