Osasuna regresa este lunes a los entrenamientos (16.00 horas) después de un largo fin de semana de descanso y muchas horas de reflexión para analizar la situación del equipo, cuya marcha se ha atascado en las últimas jornadas y que padece, sobre todo, la incapacidad para puntuar fuera de casa –un solo gol en siete partidos como visitante enciende las alarmas–.

La competición ya no descansa hasta las vacaciones de Navidad y, al margen de lo que surja de la participación en la Copa –la eliminatoria ante el CD Ebro no debería ser un problema para los rojillos y ello llevaría a la disputa de los deiceisavos de final también en diciembre–, a Osasuna le debe ocupar la Liga y le llegan además compromisos muy importantes, frente a rivales más o menos próximos en la clasificación y a los que se podría asignar, ahora mismo, la condición de rivales directos.

Los tres próximos rivales de Osasuna en la Liga son la Real Sociedad, el sábado en El Sadar (18.30). Los guipuzcoanos están a dos puntos de los rojillos –tienen 13– y en la última jornada lograron un punto muy sufrido en el campo del Elche (1-1). Su trayectoria fuera de casa tampoco está resultado especialmente brillante, ya que han sumado tres puntos en seis encuentros correspondientes a otros tantos empates. Como es un derbi, se supone que habrá ambiente de sobra en la grada, otra cosa es lo que suceda sobre el terreno de juego en este choque entre dos necesitados.

La visita a Palma para jugar frente al Mallorca también se presenta interesante y contra otro equipo metido en la zona de las dificultades. El conjunto que entrena Arrasate tiene 12 puntos en la tabla y antes de enfrentarse con los rojillos tiene partido en Villarreal.

El tercer conjunto que anda en posiciones cercanas a Osasuna y que completa esta mini Liga frente a contrincantes de la zona baja es el Levante, que visitará El Sadar el lunes 8 de diciembre (21.00). Los valencianos son penúltimos con 9 puntos y antes de medirse al conjunto de Lisci tienen su derbi ante el Valencia, visitan al Athletic y juegan Copa en Cieza frente al conjunto local el miércoles anterior a caer por El Sadar.

En todos los partidos se escribe la historia de la temporada, pero en estos tres encuentros de Liga próximos quedará definida la trayectoria inmediata de Osasuna. Tras jugar con el Levante, el siguiente partido de Liga es en el campo del Barcelona y se despide 2025 recibiendo al Alavés.

Regreso a los entrenamientos

La plantilla regresa a los entrenamientos con el estado de los hombres que están en la enfermería como asunto imposible de olvidar. Con Rosier e Iker Benito apartados para tiempo –especialmente el segundo, por su operación del ligamento cruzado de su rodilla derecha–, la situación de Jon Moncayola y Ante Budimir es lo más acuciante a corto plazo. El canterano sufrió una lesión en el aductor izquierdo en un entrenamiento de la semana pasada y su periodo de baja es una incógnita. La lesión del delantero croata –en el sóleo de la pierna izquierda– se produjo en el encuentro con el Oviedo (0-0) y ya se perdió el partido de Liga en Sevilla (1-0). Tampoco hay una fecha probable para su retorno.

Ante este panorama, quien se incorpora a los entrenamientos de Alessio Lisci de forma definitiva –por el momento– es Íñigo Arguibide. El lateral derecho de Osasuna Promesas es el relevo natural para la primera plantilla ante la acumulación de lesiones en ese flanco de la zaga. En la sesión de entrenamiento de esta tarde no estará Sheraldo Becker, que se juega el miércoles en Guatemala su clasificación para el Mundial, y sí se espera a Enzo Boyomo, que se queda sin Mundial tras la derrota de Camerún el jueves ante el Congo (0-1).