Una reforma del paseo de Sarasate que cuente con el respaldo de la mayoría de los grupos del Ayuntamiento de Pamplona. Este es el objetivo que se ha marcado el equipo de Gobierno después de un comienzo de legislatura con demasiadas rectificaciones y la perspectiva de no contar con apoyos suficientes para aprobar el presupuesto del año que viene.

Mientras arrecian los comentarios que dan como segura la moción de censura, UPN quiere retomar el proyecto pendiente que el anterior alcalde paralizó ante la imposibilidad de lograr un consenso sobre el diseño definitivo, con la esperanza de que la nueva corporación resultante de las elecciones del pasado mes de mayo aprobara el proyecto que él defendía.

Los planes no salieron como había previsto Enrique Maya, que en vez de una mayoría para su sucesora vio cómo los electores aumentaban el apoyo a las formaciones que se habían opuesto a su propuesta para reformar el paseo.

Tras ser elegida alcaldesa, Cristina Ibarrola anunció su intención de retomar el proyecto. El concejal de Desarrollo Sostenible y Proyectos Estratégicos de Pamplona, Aitor Silgado, fue preguntado por esta cuestión tras la reunión celebrada recientemente en el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro, que estuvo centrada en el proyecto de reforma pendiente de Sarasate.

El representante de UPN no dio detalles sobre la propuesta que está preparando el área que dirige, pero confirmó que se está buscando “acercar posturas” para “desbloquear el proyecto” a través de un análisis técnico que consensúe el arbolado existente con diferentes opciones como puede ser una plataforma única con pendiente del 6%.

La reunión en el Colegio de Arquitectos –a la que acudieron medio centenar de profesionales, la alcaldesa Ibarrola y representantes de todos los grupos– sirvió para reafirmar el planteamiento de la mayoría municipal de acometer la reforma pendiente en base al proyecto ZIP, uno de los tres seleccionados en el concurso de ideas que organizó el Ayuntamiento de Pamplona para buscar propuestas que ayudaran a diseñar la mejor manera de reurbanizar el paseo.

Comisión específica para desboquear el proyecto

La alcaldesa Ibarrola también se refirió al proyecto pendiente en Sarasate en la rueda de prensa que ofreció este lunes, en la que anunció que había ofrecido alternativas para desbloquear la reforma y que tenía previsto poner en marcha una comisión específica con los grupos municipales con ese objetivo.

“Estamos abiertos a consensuar el proyecto que pueda salir adelante y no estamos enrocados en ninguna propuesta concreta. Si están por desbloquearlo se verá” aseguró Ibarrola, quien desveló que se habían aportado 15.000 euros al proyecto ZIP para hacer un informe sobre el impacto del arbolado y que paralelamente el Ayuntamiento estaba realizando un estudio interno sobre el estado actual de los árboles.

EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin siempre han defendido la solución propuesta por ZIP, que planea eliminar el desnivel del paseo, y consideran que tras escuchar las explicaciones de los arquitectos en la mencionada reunión en el Colegio Oficial –que minimizan el posible efecto en el arbolado– los argumentos de UPN para mantener paralizado el proyecto han desaparecido.

El expediente para reformar el paseo de Sarasate se inició en 2019, con un concurso de ideas del que salieron tres propuestas seleccionadas: ZIP, Zapateando y Un paseo con tres plazas.

Un proyecto distinto y sin consenso

Las desavenencias se hicieron evidentes cuando el anterior gobierno municipal decidió presentar para su aprobación un proyecto propio, elaborado por los técnicos municipales, que los grupos de la oposición rechazaron desde el principio porque no contemplaba la eliminación del desnivel.

Navarra Suma se cerró en banda en la defensa del proyecto municipal y el debate derivó hacia si sería necesario eliminar algún árbol para reformar el paseo, para lo que se elaboraron varios informes que no sirvieron para gran cosa, más de allá de los acalorados debates que provocaron.

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El proyecto para reurbanizar Sarasate y las calles adyacentes contaba con un presupuesto que ascendía a 10,2 millones de euros, incluyendo la renovación de redes de saneamiento y abastecimiento que correspondía a la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (2,1 millones). El plazo de ejecución previsto era de 15 meses.

El 22 de enero de 2022, la Junta de Gobierno Local suspendió definitivamente la licitación aprobada seis meses antes “debido a la imposibilidad de asegurar una correcta financiación de la obra”.