Joseba Asiron (Pamplona, 1962) come a menudo en su despacho de Alcaldía. Es obligado si quiere cumplir su agenda. Tira de algo frío y ligero, ensalada y fruta, porque “si no me da el sueño”. Él mismo se lo prepara y se lo lleva en un bolso fiambrera: “No me gusta comer en un bar”. Esa tarde tiene que ir a la Junta de la Casa de Misericordia y la semana ha sido intensa: debate del estado de la ciudad, preparar la presentación del proyecto ganador de Sarasate...

Ha pasado un año de la moción de censura. ¿Cómo ha vivido el regreso a la Alcaldía? 

–No cabe duda de que es una segunda oportunidad. Todo el mundo, en algún momento, piensa: ‘Jo si tuviera la oportunidad de repetir mi infancia con lo que sé ahora..’. o este tipo de cosas... Y la verdad es que esto tiene mucho de eso. 

¿Por qué? 

–Porque 2015-2019 fue un tiempo apasionante de grandes cambios, de grandes enseñanzas... Mostramos a la ciudad que hay otra manera de hacer las cosas, pero también había mucho candor juvenil. Y ahora volvemos a gestionar con la experiencia, manejamos mejor los tiempos... Llevamos 12 meses gobernando y estamos casi en el momento dulce. Y en unos días empieza con 2025 la fase decisiva de la legislatura. Y eso es porque hemos agilizado los ritmos y porque tenemos un equipo muy bueno. 

Esta semana intentaba meterle caña la oposición. Sin ideas, cansado, desaparecido... 

–Non è vero. De eso nada, que dirían los italianos. 

¿Hoy qué ha hecho, por ejemplo?

Hoy he tenido reunión del grupo municipal. Lo hacemos todas las mañanas, y, dos veces a la semana, nos juntamos el Equipo de Gobierno. Con lo cual mantenemos una unidad de acción, una unidad de gobierno. Todo el mundo sabe lo que hace todo el mundo, y no ocurre, como cuando gobernaba UPN o Navarra Suma, que eran repúblicas independientes. 

¿Y a qué hora empieza su jornada en el Ayuntamiento?

–Me vienen a buscar a casa sobre las 7.30, con lo que llego aquí sobre las 7.45.

¿Con agenda para toda la mañana?

–Para toda la mañana y, muchas tardes, también. Hoy, también tenía que grabar un podcast, luego cita con la prensa, y a la tarde, junta de la Meca. Me traigo el túper. Como aquí o en casa, lo que no me gusta es comer fuera, en un bar.

Pues que no se le ve, dice Ibarrola.

–Pero es que yo creo que Cristina tenía otra concepción de la Alcaldía, según la cual la alcaldesa tiene que estar continuamente presente en los medios de comunicación, fotografías, actos... Y yo confío mucho más en las reuniones de trabajo, y en administrar más esa agenda social. Y es que no hace falta, porque el alcalde tiene mucha visibilidad y el Ayuntamiento, también, la suficiente. Porque entre Sanfermines, Navidades, Privilegio de la Unión y demás, en esta ciudad todo el mundo sabe qué jeta tiene su alcalde. 

¿A usted le gusta ser alcalde? ¿Es diferente esta vez?

–En intensidad, es igual. Yo creo que cuando llegamos en 2015, teníamos muchas ganas de hacer cosas y las ganas te comían. Pero ¿a qué persona de Pamplona no le va a ilusionar participar en el diseño del futuro del paseo de Sarasate, o el centro de la pelota? ¿Cómo no me va a hacer ilusión estar en la decisión final de Erripagaña o en la solución al problema de San Jorge? Son cosas que solo vas a conocer una vez en la vida.

El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, en su despacho de la Casa Consistorial. Patxi Cascante

¿La gente le para, le dice cosas? Digo yo porque uno no se mete de nuevo en la Alcaldía para pasarlo mal.

–La gente me para porque han notado un cambio de estilo respecto a UPN: porque nos ven en la calle. en los barrios... Entendiendo que este alcalde va a estar en el puesto de manera eventual. Que viene de la calle y va a volver a la calle. Creo que en ningún momento me he endiosado.

¿Pierde uno la perspectiva?

–No, y, si no, en casa hay quien me sujeta.

Pero es un privilegio ser alcalde...

Sí, porque otros cargos como presidente, defensor... son instituciones modernas y no tienen el peso que tiene el Ayuntamiento en la liturgia de la ciudad. La ciudad ha descansado tradicionalmente sobre la iglesia y sobre el Ayuntamiento. Y esa importancia se mantiene. No tienes más que ver dónde se manifiesta siempre la gente, aquí delante, frente a la Casa Consistorial.

Hablemos de proyectos. Este viernes se ha conocido el ganador de Sarasate, la ‘niña bonita’ de este mandato. 

–Sí, y podría haber sido la de la pasada legislatura. De hecho, eso quería el anterior Equipo de Gobierno, pero pretendieron correr mucho para que les diera tiempo a cortar una cinta y entonces no querían ser ambiciosos. Lo que hemos hecho nosotros ha sido dar marcha atrás, ser todo lo ambiciosos que hay que ser con un lugar fundamental de la ciudad, y, sobre todo, buscar consensos. 

¿Satisfecho?

–Sí, ha habido un nivel altísimo. Cuando haces un concurso de ideas bien tratado y bien premiado, lo que ocurre es que los equipos ponen más carne en el asador. Y lo han dado todo. Personalmente, estoy muy satisfecho con el resultado, porque veo que se va a poder hacer en plazo y con las premisas de conservación del arbolado y plataforma única.

Le han dado estopa con el arbolado, por eso le digo. Y ahora se sabe que se trasladan tres. ¿Cree que la oposición lo va a utilizar para deslegitimar el proyecto?

–No me cabe ninguna duda. Pero no nos olvidemos que el proyecto de Maya preveía tirar árboles, mínimo 3, de Sarasate. La derecha tiene la habilidad para colar mentirijillas, hacer mantras... Pero lo cierto es que llevamos plantados 1.197 arboles desde que estamos. 

¿Y Beloso? 

–Ha sido la mayor tala, pero la diseñó, la convenió y la adjudicó UPN, y, en último término, la señora Ibarrola.

¿No considera que ha habido ningún error con esa tala? ¿No se escondió en la madrugada?

–Esconderse en la madrugada es lo que hizo Barcina con la Plaza del Castillo. Pero hacerlo en festivo y cuando menos coches pasaban se hizo para no colapsar la ciudad en las horas centrales.

“Los árboles de Beloso los sentenció UPN. Y no talarlos hubiese sido un delito de prevaricación”

No lo entendió así la ciudadanía. 

–A mí no me han transmitido eso. 

Explíqueme. 

–No hubo ninguna orden de que se realizara de madrugada para esconderse de nada. 

¿Y lo de llamarle aizkolari? 

–Me han llamado cosas peores que aizkolari, pero de alguna manera es una falacia. Los árboles de Beloso los sentenció UPN. Cuando tomé la vara de mando el 28 de diciembre ese proyecto estaba adjudicado. ¿Y qué tenía que hacer yo? Ir en contra de una licitación pública? Eso hubiese sido un delito de prevaricación. No talar los árboles de Beloso hubiese sido un delito de prevaricación. 

¿Va a quedar bien? 

–Beloso más allá de las polémicas es un carril sostenible y, en ese sentido, va a quedar un carril sensacional, amplio, y con el tiempo bien cubierto de árboles. Los traemos de los Países Bajos y van a tener cuatro metros de alto y la copa bien desarrollada.

Habrá sombra en Beloso, pues, este verano.

–Antes de lo que creemos.

Lo que sí es suya es la recuperación del león original de la barandilla, ¿no?

No tenga ninguna duda. En ningún momento, UPN planteó la posibilidad de recuperar los leones de la barandilla antigua. Crearon un prototipo con un león inyectado en 3D, que no recuperaba nada. Ellos tenían previsto poner las mismas barandillas que la cuesta del Labrit, marrones. 

Joseba Asiron, en un simpático gesto, hace balance del primer año tras su regreso a la Alcaldía. Patxi Cascante

Otro hito es el acuerdo para resignificar los Caídos. Aunque usted siempre ha estado por no tirar el edificio, ¿no le choca mantener la cúpula, que puede ser lo más ofensivo del mausoleo franquista?

–Lo que hay que hacer es transformar el edificio y ahí cuanto menos digamos los políticos mucho mejor. Hay que convocar un concurso de ideas muy potente, para que nos den una buena solución: la imaginación la tienen que poner los técnicos, no los políticos.

¿Cuánto ha influido la necesidad del voto del PSN?

–No teníamos mucho margen de juego. Si no tengo un acuerdo político y, además, el edificio está protegido, no tengo margen de juego. 

¿Pero cuánto de imposición por parte del PSN y cuánto de consenso ha habido en la decisión final?

–El acuerdo nos pertenece a todos. 

A usted sí, porque, insisto, siempre dijo estar a favor de mantener el edificio. Pero ¿y a su partido?

–En EH Bildu había opiniones diferentes y mucha gente de toda la vida era partidaria del derribo puro y duro. Pero, dado a conocer el acuerdo y explicado el porqué, que no había más opciones que no hacer nada o transformarlo, la mayor parte de la gente lo ha entendido.

“Entiendo que con los Caídos haya gente que se sienta defraudada. Pero era transformarlo o dejarlo como está”

¿No habría habido otra oportunidad después?

–Yo creo que con la situación que hay ahora mismo en el Parlamento y en el Ayuntamiento, o llegas a un acuerdo entre partidos o si no el edificio no se puede tocar.

Permítame que insista...

–Claro que se podría esperar, de hecho ya hemos esperado 80 años. Soy autocrítico con las cosas y está claro que me hubiese gustado alcanzar más apoyos. Y que no solo de EH Bialdu, sino de Contigo Zurekin, que están más por el derribo, se hubieran acercado a las posturas. 

¿De qué plazo hablamos? 

–Espero que en esta legislatura se llegue, no a tener el edificio resignificado, sino por lo menos a dejar una hoja de ruta perfectamente trazada.

 Las asociaciones memorialistas lo sintieron como si les clavaran ‘una espada por la espalda’. ¿Le han dicho algo?

–A mí no me lo han dicho, pero entiendo que se sientan defraudadas. No me siento herido por esas cosas, lo que me molesta es no haber podido llegar a un acuerdo más amplio. ¿Esperar? Bueno, pero en este momento hay una derecha no quiere que desaparezca ni que se transforme el edificio, luego con ellos no se puede pactar;un sector de la izquierda que solo quería el derribo y no contemplaba ninguna consulta; y luego en medio había una gama de gente que estaba dispuesta a una transformación. Sin acuerdo político no se podía hacer nada.

El acuerdo con el PSN le esta poniendo límites, y hablamos ahora de euskera. Ha pasado un año y no han hecho ninguna mejora en la Ordenanza el Euskera. Están irreconocibles.

–No nos olvidemos; el PSN, aunque no es un socio, es un apoyo imprescindible para sacar mayorías. Y con el PSN es obvio que es mucho más fácil alcanzar acuerdos en materia de políticas sociales o vivienda, que en política lingüística. Y eso nos lleva a que, probablemente, haya ritmos diferentes. Pero, fíjese, nosotros más que una modificación de la Ordenanza, de inicio nos gustaría que se aplicara la Ordenanza tal y como está formulada, porque hablaríamos de incentivación del euskera. Y con el tema del euskera hay que tener paciencia y el PSN nos pide unos ritmos seguramente más lentos de lo que nos gustaría. Claro que nos gustaría ir más rápidos y con pasos más enérgicos.

¿Por ejemplo?

–El paisaje lingüístico de la ciudad creo que está cambiando, pero, por ejemplo, creo que en la plantilla orgánica se pueden mejorar mucho las cosas, y en educación, en el 0-3. 

“Con el tema del euskera, el PSN nos pide unos ritmos seguramente más lentos de lo que nos gustaría”

Las familias de las Escuelas Infantiles criticaban hace poco su "maltrato" al euskera. ¿Otro peaje que debe pagar?

–El estar en este despacho tiene sus peajes, y muchos son cargar con culpas que igual tu no tienes. O tener que hacer las cosas de otra manera a como quisieras. Pero, entiendo, que me tengo que comer sapos, pero, con las mismas, hay determinados sectores que se despiertan solo cuando está el gobierno de cambio. Y eso que que me pongan las pilas me parece muy bien. Yo he protestado, y mucho, contra el que estaba en el Ayuntamiento.

Protestan contra usted también por el sinhogarismo. No era tan fácil solucionar el tema, ¿no?

–Yo nunca dije que se solucionaría el problema. Es evidente que es un problema de escala global al que Pamplona no puede dar solución, pero hemos pasado de invertir 1,7 millones en esta materia a 3,2 millones; eso es incontestable. Y hemos mejorado los tiempos de atención en la ola de frío. Lo que sí he dicho es que no nos vamos a poner medallas, mientras haya una sola persona durmiendo en la calle.

El concejal de Acción Social tiene un trabajo ímprobo con este tema...

Sí, fíjate que me gusta poner en valor el trabajo de los concejales de mi partido, y sobre todo los que no son de mi partido. A Txema, como a Mikel, Koldo, y ahora Javier. Y a Txema (Mauleón) le ha tocado un tema muy complicado y está trabajando, me consta, denodadamente. Y estoy muy orgulloso.

Lo reconoce, aunque sean de siglas diferentes.

Txema y yo somos del mismo partido, que es el del gobierno del Ayuntamiento de Pamplona. Aquí nos reunimos dos veces a la semana todo el Equipo de Gobierno, y, no es literatura, no hay siglas. Yo puedo en un tema darle la razón a Txema, y estar discutiendo con Endika o Joxe.... Yo quiero poner en valor el trabajo de Txema, y creo que le ha llegado el momento clave de su vida política, con dificultades pero también con oportunidades. 

Hablábamos de sinhogarismo, pero tampoco tiene casa la juventud de Iruña. Hasta 29,7 años tardan en independizarse. ¿Nota el hartazgo?

–Sin duda. 

¿Sus hijos se han emancipado ya?

–No, siguen en casa, a punto de cumplir 24 y 27. Pero sí que es verdad que más tarde o más temprano querrán salir y lo van a tener muy difícil. Un dato, yo viví 30 y tantos años en Iturrama, en la cuadrilla éramos 9 y, de estos, 7 nos fuimos fuera del barrio y de Pamplona (Orkoien, Mutilva, Zizur...). Quiero decir que esto viene de lejos. Todos los barrios y pueblos de la periferia están nutridos de antiguos jóvenes que nos hemos tenido que marchar. Y eso no puede pasar. Tenemos en Pamplona un cascarón que en gran medida está vacío y tenemos a una juventud que se va fuera de la ciudad. Eso no puede continuar.

Queda muy poco término municipal para construir. ¿Cómo lo solucionamos?

–Probablemente la gran oportunidad de vivienda en Pamplona está todavía oculta dentro de Pamplona. Pero si destinamos la mitad de los pisos turísticos del Casco Viejo al turismo; si la mitad de los pisos del Ensanche, grandes, están habitados por una persona o dos; si más de la mitad de Iturrama o San Juan está vacío, yo creo que el gran filón de la vivienda en Iruña está desaprovechado en la misma ciudad. 

Problemas globales, pero entremos también a problemas concretos en Iruña. Patinetes y bicis por las aceras y por donde quieren. Se ha convertido en un problema de primer orden. ¿Cómo solucionamos esto?

Me lo dice muchísima gente por la calle: ‘Oye los patinetes, oye las bicicletas’. Yo siempre les digo lo mismo, que está prohibido que vayan por las aceras. No hay otro secreto, educación, información y sanción. Pero se va a estar ojo avizor. No puede ser que los peatones en una ciudad con Pamplona vayan con miedo por las aceras.

¿Soluciones para el aparcamiento en el II Ensanche? ¿Veremos algo en 2025? 

Espero que sí. Es un tema complejo. Había un proyecto con unos cuantos años en la avenida de Galicia, pero además existen una serie de aparcamientos hechos solo para rotación e igual hay que destinar una parte a vecinos.

El alcalde no puso problema a enseñar el bolso fiambrera que muchos días se tiene que llevar al despacho. Patxi Cascante

¿El pacto de la convivencia se está reflejando en la ciudad y en la Casa Consistorial?

–Pamplona es una ciudad muy diversa y tenemos que aprender a convivir. El otro día recordaba la foto de las 75 personas y colectivos posando antes de los pasados Sanfermines. Es un inicio, una declaración de intenciones muy interesante. Y veo unos Sanfermines en los que creo que ha mejorado la convivencia, incluso en la subida a la calle Curia, que todos sabemos que ha sido un punto conflictivo, ha habido menos tensión. Pero en esto tampoco nos podemos poner medallas, mientras haya una sola persona que por su ideología se sienta amenazada, o una sola mujer que no se sienta segura en su ciudad.

No me ha dicho qué tal va la convivencia en la Casa Consistorial. Usted se cruza con Ibarrola en los pasillos ¿y?

–Nos saludamos. Pero en esta convivencia vamos muy despacio. A UPN hay que respetar que haga el luto de haber perdido el gobierno de la ciudad. Pero yo también perdí la Alcaldía en 2019 y no acudí a los medios a insultar ni a decir ‘sois unos miserables’.

"A UPN hay que respetar que haga el luto de haber perdido el gobierno de la ciudad. Pero yo también perdí la Alcaldía en 2019 y no acudí a los medios a insultar a nadie"

O que no tienen legitimidad, que se lo volvieron a repetir en el debate.

–Aquí la legitimidad la da y la quita la ciudadanía. 

¿Aguanta toda la legislatura Joseba Asiron?

–Por supuesto. Mi compromiso es total con la ciudad, con el Ayuntamiento y, sobre todo, con mis compañeros y compañeras.

Y si no está Asiron, ¿tiene visos de seguir esta fórmula progresista en la Alcaldía o es usted la clave?

–Para nada. Y además no estamos en una ciudad ni en un pueblo especialmente dado al caudillismo. Creo que hay pasos que se han dado y no tienen marcha atrás. Pamplona tiene una mayoría progresista, 16 votos frente a 11, nada menos. Hemos vivido durante décadas bajo una sobreactuación y un engaño, el de que en Iruña solo podía gobernar la derecha, y eso no es así. La derecha siempre ha sido minoría. Y UPN se ha valido de otras cuestiones para perpetuarse en el sillón. La normalidad es esto y yo creo que vamos a seguir así mucho tiempo.