El Ayuntamiento de Pamplona está introduciendo un nuevo modelo de drenaje más sostenible en varias de las actuaciones que se llevan a cabo en la ciudad que permite gestionar el agua de lluvia a través de mecanismos de retención y filtración, logrando que se infiltre en el suelo allí donde cae, sin ser canalizada de forma artificial.
Son los llamados Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) y presentan diversas formas: aljibes, cubiertas vegetales, pavimentos permeables, alcorques estructurales, parterres inundables, zanjas y pozos de infiltración, depósitos reticulares, drenes filtrantes, franjas filtrantes, cunetas vegetales, balsas de detención o infiltración, humedales artificiales y estanques.
La avenida de Pio XII, la avenida de Gipuzkoa y varias calles de Pamplona ya incorporan los SUDS y está previsto instalarlos en otros 10 puntos de la ciudad.
En la calle Tajonar, por ejemplo, se ha empleado el sistema de cuneta drenante, que recoge el agua de la calzada y de la cuenca a través de un sistema de balsas de muros de hormigón y relleno de grava para laminar y favorecer la infiltración lateral.
En el Parque de la Tejería también se ha introducido la cuneta drenante, aunque en este caso recoge el agua de la calzada y la dirige a dos balsas con vegetación adaptada a la inundación.
Intervención en Iturrama
En las calles Fuente del Hierro, Paseo Premin de Iruña, Carmen Baroja Nessi, Miravalles y Virgen del Río existen los llamados jardines de lluvia. Es un sistema urbano de drenaje que almacena el agua de lluvia regulando la escorrentía superficial y creando un rincón de biodiversidad, como pudieron comprobar los concejales de la Comisión de Presidencia durante la visita este martes al barrio de Iturrama.
Han sido 250 metros de actuación a lo largo de ese tramo de Fuente del Hierro, donde se han generado cuatro jardines de lluvia ligados a modelos de drenaje urbano sostenible que fomentarán la biodiversidad en la zona.
Tres de esos jardines de lluvia están situados delante de pasos peatonales en las confluencias con las calles Pintor Crispín y Pintor Zubiri y el cuarto, como continuidad a la actual zona verde en una plaza en el lateral de dos de los bloques de Fuente del Hierro. La creación de estas nuevas zonas verdes ha conllevado la supresión de seis plazas de aparcamiento. En la selección de especies para esas zonas verdes se han tenido en cuenta aspectos como la riqueza visual, adaptación al hábitat, horas de luz y sombras, floración prolongada, necesidades hídricas o factores del suelo.
También existe el jardín de lluvia en el Parque Yamaguchi, como mejora del drenaje en zona verde. En la calle Vergel el sistema es el pozo drenante.
En el entorno del hotel Blanca de Navarra se incluirán dos sistemas de drenaje urbano sostenible y también en la intersección de Pío XII con la calle Iturrama. En esta actuación se transformará la isleta de protección del carril bici en un SUD de 28 metros cuadrados. Con el objetivo de mejorar de la caminabilidad en la citada intersección se va a crear también una nueva zona verde.
"El drenaje sostenible es una herramienta muy útil de adaptación al cambio climático en situaciones de lluvia torrencial"
Los SUDS forman parte de una red amplia e innovadora de soluciones impulsadas por las instituciones europeas y está alineado con los objetivos de desarrollo sostenible que las Naciones Unidas establecieron para el cumplimiento de la Agenda 2030.
Replican los procesos naturales de forma complementaria o alternativa a los sistemas convencionales de drenaje que existen en la actualidad.
De esta forma se logra un triple objetivo: proteger a los núcleos urbanos frente a las inundaciones; reducir la contaminación en los ríos y apuntalar una gestión más eficiente del agua.
“El drenaje sostenible refuerza las zonas verdes, que mejoran la calidad de vida de la ciudadanía, así como la habitabilidad de los núcleos de población. Es una herramienta muy útil de adaptación al cambio climático en situaciones de eventos extremos, tanto por fenómenos de lluvia torrencial como en periodos de sequía” ha señalado el concejal de Proyectos Estratégicos y Ciudad Habitable, Borja Izaguirre.
Cambio de paradigma
Los SUDS suponen un cambio de paradigma frente a la gestión de los sistemas de drenaje convencionales, cuya prioridad es la salida rápida del agua de los ámbitos de captación a través de redes, trasladando el problema aguas abajo.
La implantación de SUDS es una de las medidas principales que permiten la reducción del volumen de agua en superficie y la mejora de su calidad, a la vez que contribuyen a la naturalización de las superficies de las ciudades, reduciendo el efecto isla de calor y pudiendo llegar a proporcionar, según el diseño, unos espacios urbanos más saludables para los habitantes, y pudiendo contribuir a la creación de nuevos hábitats para especies de flora y fauna.
Por separado o en combinación con otros elementos de drenaje convencional, los SUDS proporcionan soluciones más racionales y sostenibles a la gestión del agua de lluvia. El objetivo final es el tratamiento del agua como un recurso y no como un residuo, favoreciendo estrategias de economía circular.
Clasificaciones de SUDS
Hay distintas clasificaciones de los tipos de SUDS, asociados a la función que desempeñan, al tipo de sistema empleado o al lugar donde se aplican. Desde el punto de vista de las medidas que requieran, hay estructurales y no estructurales.
Las primeras están compuestas por medidas constructivas como cubiertas vegetadas, pavimentos permeables y balsas de infiltración, o medidas que requieren de elementos reguladores o adicionales, como elementos de entrada de escorrentía o de tratamiento.
Las medidas no estructurales, por su parte, son las medidas que contribuyen a la mejora de la calidad del agua, reducción de la escorrentía y mejora del ambiente urbano sin necesidad de medidas constructivas; y pueden ser tan diversas como la implantación de normativa, medidas educativas o tareas de mantenimiento.
Los SUDS son elementos que funcionan de una manera óptima para la gestión de lluvias frecuentes de intensidad baja a moderada. Según el objetivo perseguido en cada caso, para su dimensionamiento se deben establecer unos criterios de diseño que permitan la reducción de escorrentía y/o el tratamiento completo del mayor número de eventos en un año medio, y parcialmente de aquellos eventos que sobrepasen el criterio de diseño.
No actúan como elementos individuales sino como sistemas interconectados y bien diseñados, los SUDS incrementan el valor de la propiedad, mitigan en origen el riesgo de inundaciones, moderan el efecto de isla de calor, son beneficiosos para la biodiversidad y crean espacios para las comunidades.
Por otro lado, previene averías de mayor envergadura como la colmatación por sedimentos, lo que permite reducir los costes de reparación Es por ello que, el mantenimiento correcto y continuo de los SUDS, no solo asegura el funcionamiento de los SUDS evitando la pérdida económica derivado de una infraestructura no funcional, sino que, además, evita costes por la solución de averías evitables.
Objetivo final
La estrategia de implementación de SUDS deben tener en cuenta su objetivo final: crear un sistema de drenaje resiliente, integrado en el paisaje urbano, que proteja el medio receptor, e incluso mejore su estado o funcionamiento actual. El mantenimiento es un factor clave para el correcto y continuo funcionamiento de los SUDS a lo largo de su ciclo de vida. Por un lado, el mantenimiento periódico corrige aspectos que requieren atenciones recurrentes como el mantenimiento de la vegetación además de solucionar problemas puntuales que puedan surgir.