El Ayuntamiento de Pamplona va a iniciar este jueves el traslado de las primeras estatuas de los Reyes de Navarra, que actualmente se encuentran cubiertas y enjauladas en el paseo de Sarasate. Se prevé que los trabajos comiencen a partir de las 9 horas y que el viernes finalice la retirada de las tres primeras esculturas.
De forma momentánea, antes de reubicarlas en el parque de la Taconera, se llevarán a un almacén municipal, ya que previamente hay que reconstruir las bases colocando las piedras que las conforman en su nuevo emplazamiento, ha informado el Ayuntamiento en una nota.
Desde este lunes, se está llevando a cabo la colocación de las estructuras que facilitarán que las estatuas puedan ser trasladadas. Se han instalado tres jaulas para garantizar la protección de las tres primeras esculturas y para que pueden ser retiradas con seguridad con una grúa. Se calcula que cada escultura tiene un peso, incluida la base sobre la que se sustentan, de 6.000 o 7.000 kilos.
La semana que viene está previsto que se vayan colocando las bases en la nueva ubicación del parque de la Taconera y que ese trabajo se vaya acompañando del traslado de las estatuas a ese nuevo emplazamiento. Una vez que las tres primeras estatuas estén ya en Taconera, se procederá al traslado de las otras tres esculturas que quedan en Sarasate al almacén municipal para realizar el mismo procedimiento. Será ya a partir del 15 de diciembre cuando se coloquen las otras tres bases en la Taconera y se complete el traslado y ubicación de las estaturas.
La previsión que manejan el Ayuntamiento de Pamplona y la empresa Sabbia Conservación y Restauración SL, que realiza el traslado, es que para el inicio de la Navidad no haya ninguna estatua en el paseo de Sarasate. Desde el pasado mes de septiembre, se han ejecutado los trabajos de limpieza y de restauración, además de los trabajos preparatorios para el traslado a la Taconera.
Las estatuas, creadas en el taller del escultor barroco italiano Doménico Olivieri, fueron compradas en Madrid en 1885, y fueron asignadas nominalmente a los reyes Iñigo Aritza (770-790), Alfonso I el Batallador (1104-1134), Sancho VI el Sabio (1150-1194), Sancho VII el Fuerte (1194-1234), Teobaldo I (1234-1253) y Juana II de Evreux (1328-1349). Son figuras ideadas para el Palacio Real de Madrid, con rostros esculpidos con cierto detalle, aunque parece que estaban destinadas a la balaustrada alta que lo corona.