PSN y Geroa Bai se reunirán en los próximos días para tratar de desbloquear la negociación del Gobierno, encallada por las diferencias que ambos partidos mantienen prácticamente desde el principio. Las posturas siguen siendo distantes, pero el nuevo encuentro puede facilitar la salida a una situación que amenaza con complicar todo el proceso de investidura.

Será previsiblemente el lunes por la mañana, antes de la reunión que los socialistas han vuelto a convocar con Geroa Bai y Contigo Zurekin para avanzar en el programa de Gobierno. Por lo que para entonces la situación debería estar desbloqueada o Geroa Bai, que tampoco ha acudido a la convocatoria de este miércoles, no estará presente. “Llamaremos a Geroa Bai para dialogar, para negociar, pero en ningún caso para acordar, porque en ese acuerdo tiene que haber los 21 votos”, ha avanzado el secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, tras el encuentro, al que solo ha ido Contigo Zurekin. Ambos partidos suman 14 escaños.

Geroa Bai ya había anunciado que no iba a ir si antes no se determina cuál será el papel de cada partido en el futuro Gobierno. La coalición desconfía de los socialista y señala que no entrará a negociar los contenidos si antes no clarifican las responsabilidades de cada formación.

En este contexto, el PSN ha optado por evitar tensar más la cuerda y llevar a cabo el encuentro bilateral que le reclama su socio. Aunque por ahora sin ningún compromiso. Alzórriz pidió ayer “altura de miras” a su socio de Gobierno, a quien sin embargo recuerda que su papel no puede ser el mismo que antes. 

El escenario tampoco es del agrado de Contigo Zurekin, la tercera pata de la coalición, que se siente desplazada por Geroa Bai. Su portavoz, Begoña Alfaro, da por bueno el encuentro bilateral entre sus dos socios si eso sirve para desbloquear la situación, pero no se harán responsables ni apoyarán los acuerdos que cierren sin su conocimiento.

La reunión a dos en cualquier caso ha sido bien recibida por Geroa Bai, que celebra que los socialistas accedan a celebrar un encuentro que permita definir el papel de cada partido en el futuro Gobierno de Navarra. La coalición muestra su “compromiso firme y decidido por el diálogo” pero pide a su socio “confianza, respeto y lealtad”. Señala además que será “más firme en la negociación” después de lo que ha ocurrido en los ayuntamientos.

Diferencias de fondo

Las discrepancias en cualquier caso siguen en el mismo punto. Geroa Bai reclama PSN garantías de que la negociación del nuevo Gobierno no va a suponer una revisión de su representación institucional y de sus competencias en el Gobierno, y eso es algo que los socialistas no quieren garantizar. Y no es previsible que lo vayan a hacer en la próxima reunión porque si algo han dejado claro desde el inicio de la negociación es que las elecciones han supuesto una recomposición de fuerzas en el seno del Gobierno.

Un argumento en el que volvió a incidir ayer Alzórriz, que considera que no es el PSN quien quiere “debilitar” a Geroa Bai, como se había quejado la víspera la coalición. Sino que es “la ciudadanía navarra quien ha debilitado o ha fortalecido a determinados partidos”. “La ciudadanía navarra nos ha dado más fuerza dentro de ese espacio que conforma el gobierno progresista”, argumentan los socialistas.

Pero esa es una lectura de la que discrepa Geroa Bai. Porque que el PSN tiene el mismo apoyo que tenía antes, y porque sus siete parlamentarios siguen siendo imprescindibles para garantizar la investidura de Chivite. El PSN no puede pretender copar todas las áreas estratégicas del Gobierno con 11 escaños de 50, excluyendo a EH Bildu y minimizando a Geroa Bai, argumenta la coalición.

Hay al menos voluntad de distensión, lo que puede facilitar el desarrollo normalizado de unas negociaciones que se han complicado antes lo esperado. El encuentro a dos servirá para medir si el clima de desconfianza ha mitigado como para empezar a sentar las bases del futuro Gobierno en medio de un calendario que entre todo el ruido político sigue corriendo. Hay margen para avanzar en los próximos días, pero los partidos parecen tener asumido ya que la investidura quedará para después de unas elecciones generales de muy incierto resultado.

Chivite se aparta de la negociación

La de Geroa Bai no fue la única ausencia en la reunión para hablar del programa de Gobierno. Tampoco ha ido la candidata del PSN, María Chivite, que ha decidido apartarse de las reuniones, delegando en Ramón Alzórriz, al que ha designado “director” de las negociaciones para formar Gobierno. “Me ha nombrado director de las negociaciones para velar por los intereses del PSN”, precisó Alzórriz, que adelantó que a partir de ahora será él quien lidere el proceso por la parte socialista. “Tengo coordinación permanente y no voy a trasladar ni proponer nada que no haya hablado con María Chivite”, indicó.