El pleno del Senado ha rechazado este miércoles la moción presentada por el PSOE que proponía iniciar la reforma constitucional para blindar el derecho al aborto, un derecho que, según los partidos impulsores de la negativa, ya está garantizado por ley. En esta votación, el Partido Popular, Vox y UPN se han unido para bloquear la iniciativa, impidiendo que el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo quede expresamente recogido en la Carta Magna.
Desde el PSOE, la senadora Nuria Medina ha criticado duramente a los partidos que se oponen, señalando “la hipocresía política, el clasismo y el machismo” que considera presente en sus argumentos. Medina ha recordado que las administraciones tienen la obligación de garantizar el derecho al aborto “les guste o no, sin acosos, sin síndromes inventados, con garantías y en libertad”. La senadora ha subrayado que incluir este derecho en la Constitución no es solo un gesto simbólico, sino “un compromiso real con la libertad, la igualdad y la protección de las mujeres frente a retrocesos políticos futuros”.
Por su parte, la senadora de Geroa Bai, Uxue Barkos, ha advertido de que la propuesta del Gobierno “podría arriesgar su consideración como derecho fundamental” si no se formula adecuadamente. Barkos ha reclamado que la reforma constitucional reconozca expresamente que el aborto es un derecho fundamental, y no solo un componente subordinado al derecho a la salud, enfatizando que esto es clave para garantizar su plena protección.
Desde el Partido Popular, Eva Ortiz ha defendido la postura de su grupo y ha criticado la moción socialista como “populista” y motivada por la necesidad del PSOE de “su enésima cortina de humo ante casos de corrupción y debilidad política”. Ortiz ha acusado a los socialistas de “envolverse en la bandera del feminismo para manosear los derechos de las mujeres cuando les conviene políticamente” y ha defendido que el derecho al aborto “ya está plenamente garantizado” por la legislación vigente y avalado por el Tribunal Constitucional. La senadora ha puesto en duda la fórmula elegida para modificar la Constitución, advirtiendo que la propuesta, que afecta al artículo 43 relativo a la salud, no garantiza su consideración como derecho fundamental, y ha remarcado que “ni la utilización espuria de las mujeres, ni recortarles los derechos está en el ADN del Partido Popular”.