La vida se presenta como un camino plagado de piedras en las que se puede tropezar. Para evitar estas caídas y ayudar a levantarse nació el 21 de abril de 1978 en Navarra el Teléfono de la Esperanza, una ONG que aprovechó el teléfono, en pleno auge en el Estado, como un medio rápido y eficaz para poder intervenir en las crisis personales de todos los ciudadanos.
Esta entidad es pionera en atender con rapidez las crisis emocionales. Según explicó el presidente de la entidad en Navarro, Fernando García Amoedo, la primera sede de la ONG, en Sevilla, “nació en el año 1971 con este objetivo de inmediatez” y ya desde sus comienzos se ofreció de forma gratuita, algo que no ha cambiado desde entonces. 40 años después, inmersos en el mundo de los smartphones, la atención telefónica sigue siendo la insignia de la entidad, aunque su actividad se ha diversificado a lo largo de los años.
En la actualidad, en la sede del Teléfono de la Esperanza en Pamplona colaboran 130 personas, todas ellas voluntarias, y tres trabajadores técnicos. Según apuntó García Amoedo, “en los últimos diez años ha aumentado mucho el nivel de voluntariado”, y es que en 2008 colaboraban con ellos unas 50 personas.
El acceso telefónico es otro de los puntos fuertes de crecimiento en la actividad, con unas 7.000 llamadas hasta agosto de este año. “Es probable que este año tengamos un 40% más de llamadas que el año anterior”, aseguró García Amoedo apuntando a que en todo el 2017 atendieron alrededor de 7.500. “Si sigue este ritmo tendremos más de 10.000 llamadas cuando acabemos el año”, predijo. Para él, este constante aumento de su actividad es síntoma de que realmente la sociedad necesita este servicio y que tiene necesidad de hablar. “Estamos hablando de cosas serias y que pueden degenerar en depresiones u otros problemas psicológicos”, alertó haciendo ver que, precisamente, es en las sociedades desarrolladas donde más se dan este tipo de problemas. Además, comentó, que cada vez más personas acudan a ellos es síntoma de que están haciendo bien su trabajo. “Nosotros no hacemos publicidad, la gente que nos llama lo hace por referencias de otras personas”, apuntó.
García Amoedo indicó que las llamadas telefónicas suelen referirse a problemas con al sociedad o la incomunicación. Aunque hay mayor volumen de mujeres que recurren a sus servicios, esto está cambiando con los años y cada vez son más los hombres que acuden a ellos para hablar de sus problemas emocionales, algo que se reproduce también entre sus voluntarios. En cuanto a las edades, señaló, el abanico es muy amplio, aunque el tramo más frecuente es el de personas mayores de 30 años.
Al otro lado del teléfono se encuentran siempre voluntarios, pero no cualquiera puede enfrentarse a estas situaciones de la manera adecuada. Para ello precisa de una formación que la propia entidad se encarga de ofrecer. Según explicó una de las vicepresidenta s del Teléfono de la Esperanza en Navarra, Teresa Gil Zarzosa, “hay que estar formado más de un año para poder empezar a atender, y formación continua”, un aprendizaje que continúa durante su voluntariado, recordando y renovando estos conocimientos. Otra de las vicepresidentas del Teléfono de la Esperanza en Navarra, Mercedes Gaztambide, explicó que una de las partes más importantes es la escucha. “En esta sociedad es un grave problema y donde más formación tenemos es saber escuchar y que la otra persona sepa que le estás escuchando. Incluso estando acompañados necesitan hablar”, explicó.
Este aprendizaje no solo se queda entre sus paredes sino que ofrecen cursos y talleres gratuitos dedicados a mejorar la salud emocional para todo aquel que esté interesado. Solo este año más de 500 personas han pasado ya por los distintos cursos que ofrece el Teléfono de la Esperanza y al año suelen acoger a entre 700 y 800 personas. “En lo que se refiere a los cursos no hemos crecido demasiado en los últimos años pero no por falta de interés, sino porque estamos al tope de la capacidad de nuestra sede”, comentó.
La atención en crisis va más allá teléfono, y es que la ONG dispone también de un servicio de atención psicológica a través de entrevistas personales. “Hay personas que lo solicitan directamente, pero a través de las llamadas telefónicas también se les puede aconsejar que vengan a la sede y hablen con el psicólogo”, explicó el presidente.
108.458
Llamadas. Durante el año 2017 el Teléfono de la Esperanza recibió en todo el Estado un total de 108.458 llamadas en su servicio de orientación telefónica.
5.503
Entrevistas. El servicio de entrevistas personales atendió el pasado año a un total de 5.503 personas en el Estado.
Intervención en crisis. La Intervención en crisis es el campo de actuación más específico del Teléfono de la Esperanza desde sus inicios. Su objetivo es abordar de forma urgente, gratuita, anónima y especializada las situaciones de crisis emocionales. Para ello cuenta con un servicio de orientación telefónica durante las 24 horas.
Promoción de la salud. El objetivo de este área es promover la salud emocional de las personas, potenciando sus recursos para afrontar las presiones normales de la vida, así como concienciar a la sociedad de la importancia de cuidar este aspecto. Para ello organiza diferentes cursos y talleres donde trabajan aspectos como la comunicación, la autonomía afectiva, la autoestima, la inteligencia emocional, etc.
Voluntariado. Desde sus inicios, la asociación siempre ha estado formada fundamentalmente por voluntarios, poniendo a su disposición una formación específica en técnicas de escucha y de orientación en situaciones de crisis.
Cooperación internacional. Este área trabaja en impulsar la creación de asociaciones con fines similares en otros países; divulgar las actividades de las asociaciones extranjeras y participa en las plataformas de ONG para el desarrollo existentes en España y en organismos internacionales relacionados con la salud emocional.