Valdizarbe ha amanecido con el cielo naranja y con olor a humo, a mucho humo. El paisaje es desolador: campos negros, bosques y montes calcinados por completos, pueblos llenos de ceniza y unos vecinos que trataban de asimilar todo lo ocurrido. Con evacuaciones y realojos en muchos pueblos durante la tarde del sábado, las localidades de la zona tratan de recobrar cierta normalidad, aunque por las calles y en las terrazas solo hay un tema de conversación: el fuego.

Puente la Reina, Obanos, Muruzábal, Legarda, Adiós... todos tuvieron parte de sus términos municipales afectadas por las llamas. En Puente, el fuego no afectó a ninguna vivienda, aunque sí a dos granjas y a un camión aparcado junto a la sidrería Zubi, que calcinó por completo. Obanos se llevó la peor parte, donde la vivienda de dos vecinos fue pasto de las llamas, además de otras zonas del pueblo afectadas como las piscinas. En Muruzábal se quemó la caseta de una vivienda y en Legarda, según ha detallado su alcalde, Silvestre Belzunegui, el 95% del término municipal quedó abrasado.

Por la mañana, parecía que lo peor había pasado, pero esta tarde, los incendios todavía activos en la zona y el cambio de la dirección del viento han puesto en alerta a los vecinos de varios pueblos que se han organizado en auzolan para tratar de hacer cortafuegos y evitar el avance de las llamas.