Las enfermedades transmitidas por la picadura de una garrapata no son muy conocidas pero sí cada vez más frecuentes. En los últimos años se ha disparado la incidencia de estas infecciones –tanto en humanos como en animales– y en el caso de Navarra han pasado de ser anecdóticas –cinco en 2016– a multiplicarse por diez: 52 casos en 2021 y 47 el año pasado.

Y en esta primera mitad de 2023 la tendencia sigue siendo al alza. Según se recoge en el informe epidemiológico de Salud Pública, en el primer semestre se han detectado 36 infecciones transmitidas por picadura de garrapata, 24 de enfermedad de Lyme y 12 de fiebre exantemática mediterránea. Estas cifras casi triplican las registradas en el primer semestre de 2022, cuando se detectaron 13 casos e incluso superan con creces las 19 infecciones notificadas en 2021 –año con más casos–.

Lesiones cutáneas por la picadura de garrapatas. Ministerio de Sanidad

 Se trata de enfermedades que constituyen un motivo de consulta muy frecuente en la época estival aunque cabe destacar que no todas las garrapatas transmiten infecciones. Pero una vez que se pegan a la persona, estos parásitos de desplazan hasta lugares calientes y húmedos, como las axilas, las ingles y el cabello, donde se adhieren firmemente a la piel con su boca. Esto puede producir una lesión local leve, que a veces puede degenerar en una lesión cutánea más extensa (celulitis, úlcera necrótica) y cursar con fiebre, dolores musculares y síntomas gripales. Por lo general, rara vez requieren hospitalización, pero es cierto que existe el riesgo de que la enfermedad de Lyme se cronifique y con ella los síntomas.

Mejor diagnóstico

Según detalla Salud Pública, el verano suele ser la época en la que se dan más casos de este tipo de infecciones, pero las primaveras y otoños más cálidos de lo normal que se están viviendo en Navarra en los últimos años “podrían estar favoreciendo la proliferación de garrapatas”. No obstante, desde Salud Pública achacan este incremento de la incidencia a una mejora en el diagnóstico y en la notificación de estas infecciones. Pero no solo están aumentando los casos en humanos, también en animales, por lo que es importante proteger a las mascotas, ya que cada vez es más habitual la proliferación de garrapatas en entornos urbanos como jardines o parques.

El Lyme crónico

En este contexto de crecimiento de estas infecciones, desde las asociaciones de afectados hacen un llamamiento a sensibilizar y formar a la sociedad para evitar los riesgos de estas enfermedades. Porque aunque no suelen tener consecuencias grave, en el caso de la enfermedad de Lyme los síntomas pueden hacerse crónicos. Naiara Olagüe, navarra afectada por esta patología y promotora de la iniciativa LYMEtro a metro, reclama a las autoridades sanitarias “que se reconozca el Lyme crónico, porque todavía no está reconocido como una enfermedad”. Asimismo, pide formaciones en colegios y centros de salud para que la población “sepa los riesgos y sepa actuar en caso de picadura”.