Las ferreterías de Navarra, con todo vendido tras el apagón: "Hemos vendido en un día las pilas que vendemos en un año"
En Leroy Merlin y las ferreterías Irigaray y Sanz vendieron casi todo el stock en cosa de horas
Cientos de navarros y navarras acudieron en masa este lunes a las ferreterías de Pamplona tras el apagón de las 12:30 horas. La locura invadió a gran parte de la sociedad y la primera solución fue la de comprar camping gas, cartuchos de gas, generadores, linternas y pilas, para prepararse ante un posible largo periodo sin luz.
Locura en las grandes superficies
Las primeras en llegar fueron las madres o abuelas de niños y niñas pequeñas que querían dar a sus pequeños algo caliente para comer. Miguel Ángel, comercial de Leroy Merlín en Cordovilla asegura que "la primera oleada de gente llegó hacia las 13:15 horas, y en cuestión de minutos, se agotaron los camping gas de la zona de jardinería". Él comercial, que trabaja en la zona de herramientas, se vio con los pasillos repletos de gente unas horas después. "Los cartuchos de gas y los generadores se vendieron casi todos. No son cosas que vendamos mucho en días normales y las baldas se han quedado casi vacías", apunta.
La gente, nerviosa por la situación, quería cualquier cosa que les podría generar electricidad. "Me decían que querían algo para tener luz, cualquier cosa, y cuando les explicaba algo, lo cogían casi sin pensar en el precio ni en su modo de uso. Hasta los generadores y grupos de electrógenos que teníamos como exposición se vendieron con rapidez", explica Miguel Ángel.
Con algo más de calma vivieron el apagón en la ferretería Irigaray de Noáin. "Nos quedamos sin luz a las 12:30 horas, pero pudimos vender las cosas básicas porque teníamos los precios", señala Menchu de Izco, gerente. "Estuvimos todo el día vendiendo mucho, pero sobre todo gas. Las linternas y las pilas también se vendieron mucho, la gente quería luz a toda costa", ríe Pili Ollo, responsable de recursos humanos.
No tuvieron complicaciones para el pago con tarjeta, pero tuvieron que hacer todo a mano y este martes tocaba pasar todos los albaranes. "La gente vino a ayudar a sus mayores y a los más pequeños lo primero. Se notaba nerviosismo entre la gente pero poco a poco fuimos volviendo a la normalidad", añaden.
El comercio local salva a la gente del barrio
En la ferretería Sanz de la Calle Mayor vendieron todo a oscuras. Al no poder bajar las persianas, metieron todo dentro y cerraron con llave. Para prevenirse de robos, debido al pequeño espacio que tiene la tienda, los clientes hicieron cola y fueron entrando uno a uno a comprar. "Estuve vendiendo con una linterna en la boca, todo a oscuras", afirma Telmo Sanz.
"Los transistores, pequeñas radios y las pilas es lo que más vendimos, vendimos las pilas que solemos vender en todo un año", asegura el joven. "Hicimos muy buena caja. Lo más importante es que reivindicamos el comercio local, si la gente en circunstancias como la del lunes, tuviese que comprar online, aún estarían sin lo necesario. Para esas cosas estamos nosotros aquí", reivindica.
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