Una mujer ha presentado una queja por un error del Registro Civil de Melilla, que certificó oficialmente su defunción cuando acudió a tramitar la de su hijo fallecido, lo que ha provocado un "calvario administrativo" por el que no descarta presentar una demanda.

Juan José Florensa, hijo de la mujer afectada, ha informado a EFE de que su madre está sufriendo esta situación desde el pasado 26 de marzo, cuando acudió al Registro Civil para tramitar el certificado de defunción de su otro hijo, si bien la inscribieron a ella como persona fallecida y al difunto como presentador de la declaración.

El error del Registro Civil, que fue detectado por la funeraria al día siguiente, ha provocado que esta mujer melillense, de 86 años, haya sido dada de baja de oficio en todos los organismos públicos, entre ellos la Seguridad Social y la Policía Nacional, por lo que dejó de percibir su pensión y su DNI quedó sin validez.

Los problemas administrativos se unen "al dolor de la pérdida de un familiar"

Todo ello, según ha explicado Florensa, ha provocado "un verdadero calvario administrativo" que se une "al dolor de la pérdida de un familiar", ya que han tenido que ser ellos mismos quienes han tenido que ir reparando esta situación ante los diferentes organismos públicos con una fe de vida.

La familia, que también ha tenido que contratar a un abogado, lamenta que no sea el propio Registro Civil de Melilla el que establezca un protocolo para cancelar de oficio la inscripción errónea y comunicar esta situación a las diferentes administraciones, de modo que "pueda reparar motu proprio los efectos perniciosos causados".

La víctima, que ha tenido que hacerse cargo de toda esta burocracia, ha presentado una queja oficial, a la que ha tenido acceso EFE, en la que pide que se depuren responsabilidades "en aras al correcto funcionamiento de la administración pública" y se reserva el derecho a presentar acciones legales por lo sucedido.

Su hijo, Juan José Florensa, ha escrito una carta pública para dar a conocer lo sucedido y lamentar que tenga que ser la propia familia afectada la que repare la situación, con el "calvario administrativo" que ello supone, añadido al dolor de la pérdida de un ser querido, en ese caso su hermano.

En su escrito, también ha querido agradecer "la encomiable gestión" del personal de la oficina del DNI de Melilla para renovar el documento de su madre, que tenía previsto viajar en avión a Madrid poco después de lo sucedido, lo que no hubiera sido posible sin su documentación en vigor al estar inscrita, erróneamente, como fallecida.